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Van Almsick: fracaso deportivo, triunfo humano

pk18 de agosto de 2004

La nadadora alemana Franziska van Almsick fracasó con su "operativo oro" en Atenas. Fue su cuarto y último intento. No ganó en el agua, pero sí conquistó los corazones de los alemanes.

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Franziska van Almsick, cabizbaja, después de la debacle.Imagen: apa

"Por fin terminó el acoso" dijo su madre en la tribuna del Centro Acuático en Atenas, donde se disputó la final de los 200 metros libres. Y su padre agregó que "espero que Franzi pueda volver a vivir ahora una vida normal".

Franziska van Almsick mit Galeriebild
Franziska van Almsick: una belleza de nadadora.Imagen: AP

En su intento de obtener una medalla de oro en las Olimpiadas, la berlinesa de 26 años había fracasado justamente en su especialidad, debiéndose contentar con un ingrato quinto puesto.

Si bien en la mitad de la competición iba en punta, ya 50 metros más tarde estaba nadando en quinto puesto, del que no se recuperaría.

Una tragedia

11.000 espectadores fueron testigos de una tragedia de dimensiones griegas el 17 de agosto de 2004: era la cuarta vez que la nadadora de clase mundial intentaba lograr la medalla de oro.

Una medalla que siempre le fue esquiva, a pesar de ser una de las mejoras nadadoras del mundo durante muchos años.

"Mi objetivo era conquistar oro. No lo logré y nunca más lo lograré", dijo la propia Franziska, recordista mundial en los 200 metros libres. Ante cámaras daba la impresión de estar paralizada.

"Que todo pasara lo antes posible"

"En el cubo de partida esperaba sólo que todo pasara lo antes posible. De esa forma ya no estaría en el centro de atención del país y podría volver a ser yo misma", dijo la propia Franzi. "Fracasé otra vez ante la presión de las expectativas", agregó.

Franziska van Almsick no logró encontrar su ritmo. De su marca mundial (1 minuto 56,64 segundos) quedó a mundos de distancia.

Sobre su tiempo en la final (1 minuto 58,88 segundos) "sólo puede echarme a reír, fue un rendimiento muy débil", agregó Franziska.

"No se le puede echar la culpa"

"Muchos alemanes vibraron con van Almisck", dijo por su parte Christa Thiel, vicepresidenta de la Asociación Alemana de Natación, y agregó: "Quería lograr oro, todo el mundo pensaba que lo tenía merecido. Es una lástima."

El jefe de entrenadores, Ralf Beckmann, subrayó: "fue una presión mayor de lo que estaba en condiciones de soportar". Y su entrenador asumió las responsabilidades:

"A Franziska no se le pueden echar las culpas. Hizo todo lo que podía hacer y se preparó a conciencia. El entrenador tiene la culpa, eso está claro."

Ninguna vergüenza

Por su parte, los comentaristas de prensa y televisión sin excepción se hicieron eco de la solidaridad con Franziska van Almsick:

"Quinta entre las mejores mundiales y haber quedado rezagada por tan escaso margen no es ninguna vergüenza.

Todo lo contrario: Franziska, estamos contigo" fue por ejemplo el tenor de los comentarios. Un triunfo de la humanidad por sobre el afán de ganar a cualquier precio.