Temporada de arándanos en Alemania

A finales de verano, todavía tiempo de arándanos en Alemania. Esta pequeña y deliciosa fruta de color azul oscuro, dulce y refrescante, es muy apetecida no sólo por su sabor, sino también por sus propiedades. Baja en calorías y rica en vitamina C, magnesio y otros minerales, ha ganado buena fama por ser un poderoso antioxidante.

Existen numerosas variedades silvestres de arándanos, originarias de las zonas norte de América y Europa. El éxito de los arándanos azules, llamados Heidelbeeren o Blaubeeren en alemán, se ha extendido incluso a regiones australes del continente americano, donde encuentran un clima apropiado para el cultivo.

Arándanos… A la alemana

En la pequeña localidad de Lilienthal, en Baja Sajonia, el que busca arándanos no va al supermercado ni a la feria. La consigna es cosecharlos uno mismo directamente en las plantaciones. Para esto, balde en mano, familias completas se adentran entre las hileras de arbustos recogiendo su propia fruta.

Una de las plantaciones más visitadas es la de las familias Wöltje y Stelljes. Ya sea con sol o con lluvia, los visitantes invaden literalmente los campos en busca de este delicioso fruto. Hasta aquí llegan compradores no sólo de los alrededores, sino también de Bremen, Hamburgo, Hannover y de las playas del Mar del Norte y el Báltico.

Muchos aprovechan sus vacaciones en el norte de Alemania para abastecerse de arándanos. El sistema funciona como un autoservicio. Cada uno trae su recipiente y se adentra en las hileras de arbustos para recoger los arándanos de la misma mata, los que luego son pesados.

Mejor que envasados

Aunque es posible encontrarlos en supermercados, nada mejor que cosecharlos uno mismo, escogiendo frutos maduros, frescos y de mayor tamaño. No solo es más económico que comprarlos ya envasados, sino que buena parte del panorama incluye ir probando a medida que se cosecha, como explica Else Wöltje.

“Aquí pueden comer también. Tenemos cinco diferentes variedades de arándanos; uno se empieza a cosechar a mediados de julio y termina a fines de septiembre, que es un largo tiempo. Si tuviéramos un solo tipo, se acabaría en cuatro semanas”.

Desde hace 30 años, Else Wöltje cultiva junto a su hija cuatro hectáreas y media de arándanos. No sabe cuánto vende al día, pero casi todos los visitantes se van con varios kilos con los que se abastecen para el resto del año. Ya sea como fruta fresca, jugo, vino, postre o en diferentes preparaciones, hay múltiples alternativas para disfrutar los arándanos.

“Mucha gente hace mermelada, pastel, los congela o hace panqueques con ellos. Hay varias posibilidades y siempre tengo recetas e información que les doy para eso”.

Hoy compartimos una de estas recetas, recomendada especialmente por los mismos productores. Se trata del tradicional kuchen o pastel de miga con arándanos, una preparación simple, pero deliciosa, para el postre o acompañar una taza de café.

Pastel de miga con arándanos

Ingredientes
Para la masa:
125 g de mantequilla
125 g de azúcar
250 g de harina
2 huevos
1 cucharadita de polvos de hornear
1 cucharadita de azúcar de vainilla o ½ de esencia de vainilla.

Para el relleno:

500-700 g de arándanos.

Para la miga:
125 gramos de mantequilla muy fría y firme
125 gramos de azúcar
125 gramos de harina

Preparación
Formar la masa mezclando bien los ingredientes. Cubrir con ella la base de un molde redondo y poner encima los arándanos limpios y secos.

Mezclar la mantequilla, el azúcar y la harina para las migas, de manera que no quede una masa uniforme, sino granulada.

Esparcir estas migas o masa desmenuzada sobre los arándanos y llevar a horno precalentado a temperatura media en horno a gas o a unos 180 grados centígrados en horno eléctrico, durante 60 minutos, o hasta que esté dorado.

Autora: Victoria Dannemann
Editora: Lydia Aranda Barandiain