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Los seguidores del equipo de primera división Besitkas participaron el pasado año en las llamadas protestas Gezi. Como la marcha pasó junto a la residencia oficial del presidente del gobierno en Estambul se les atribuye un intento de golpe de Estado. El pasado año la policía turca arremetió con violencia contra protectores del medio ambiente, que a través de una huelga sentada de varios días pretendían impedir la urbanización de la zona verde. En reacción a la actuación policial cientos de miles de ciudadanos acudieron indignados al parque Gezi y ocuparon durante dos semanas la plaza contigua, la plaza Taksim, hasta que las autoridades ordenaron su desalojo. Desde entonces muchos manifestantes son perseguidos sistemáticamente por el estado.