Durante la fase final del Mundial 2014, 'Todo gol' fue testigo de la pasión con la que los hinchas vivieron el máximo torneo futbolístico del mundo: en las playas de Nueva Zelanda y en un kiosco de Berlín, en un taxi de Moscú y entre atunes, por la mañana, en un mercado de Tokio. Con todos, en todos lados dónde se vive el fútbol con pasión.
¡Los hinchas frente al televisor! Incluso el expapa alemán Benedicto tiene su opinión filosófica al respecto: "Cuando la gente se junta a verlo, se identifica con el partido... es como una especie de retorno al paraíso: el escape de la esclavizante vida cotidiana... en la convicción de lo que no puede ser, pero es seductoramente hermoso".
Más 700 millones de personas en 194 países vieron la final del Mundial entre Alemania y Argentina. Ningún otro evento atrapa a tanta gente ante las pantallas de televisión. La gran final divide a la humanidad en dos, une a extraños y aleja a amigos, fortalece por un segundo a las naciones vencedoras y sumerge a los perdedores en el abatimiento. Gente de todo el planeta entiende el juego como una metáfora de su propia existencia: la tragedia del éxito y el fracaso.
Todo gol envió a reporteros por todo el mundo en busca de emociones mundialistas. Además, espectadores de todos los continentes se filmaron a ellos mismos durante los partidos: ¡El evento más grande del mundo en una película!