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Stuttgart 21: la estación de la discordia

10 de octubre de 2010

Las protestas por el proyecto ferroviario Stuttgart 21 continúan. Un mediador ha sido nombrado; los ecologistas, que apoyan las protestas, ascienden en las encuestas. Un cese de las obras exigen los manifestantes.

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Stuttgart 21: el proyecto ha ocasionado un movimiento ciudadano imprevisible.Imagen: Visualisierung: Aldinger & Wolf

Las protestas contra el megaproyecto ferroviario Stuttgart 21 siguen; el fin de semana, la capital del Estado Federado de Baden-Württemberg volvió a ser su escenario. Organizaciones ciudadanas y varios movimientos políticos se oponen a esta modernización que implica un gasto bastante superior a lo prometido cuando su aprobación. Además, en tiempos de crisis y de recortes, ¿para qué necesita Stuttgart una mega estación subterránea? es en parte el sentir ciudadano. El asunto escala. Los Verdes, el partido ecologista alemán, que también se opone al proyecto, está según las encuestas apenas dos puntos por debajo del socio fuerte de la coalición gubernamental actual, la unión conservadora CDU/CSU.

El ciudadano culto protesta

Proteste begleiten Baumfaellarbeiten in Stuttgart Flash-Galerie
La tala de los árboles, que empezó el 1 de octubre, ha sido suspendida.Imagen: dapd

Uno de los rasgos que dio carácter a la protesta es que los manifestantes -entre 55.000 y 100.000- son docentes, profesionales, jubilados... Gente instruida y políticamente moderada, que vive holgadamente y no tiene experiencia en enfrentamientos con la autoridad.

Es una muestra más de un nuevo patrón que viene dándose en Alemania: en Hamburgo, se llamó "protesta Gucci" a los padres que marcharon contra la reforma educativa, mientras en Berlín se juntaron más de 100.000 personas para protestar contra la extensión del periodo de vida útil de las centrales nucleares. Según información de prensa, se trata de gente conservadora, que prefiere lo existente y tradicional a lo nuevo.

Gisela Evers, por ejemplo, es una manifestante de 76 años, y mientras juguetea con su collar de perlas asegura que el proyecto Stuttgart 21 "destruirá un edificio que sobrevivió a dos guerras mundiales". "Además, no quiero llegar a mi ciudad por debajo de la tierra", se queja.

Pero no es sólo eso. El proyecto prevé bajar a nivel subterráneo la principal estación de tren de la ciudad, girarla 90 grados y convertirla en un nodo ferroviario europeo, para lo cual deberá derribarse el actual edificio y talarse muchos árboles del añoso parque que lo rodea. Presentado públicamente en 1994, el proyecto implica complejidades técnicas, de planeación urbana, financieras, jurídicas y políticas que difícilmente pueda imaginar alguien ajeno a él.

Con su costo de 7.000 millones de euros forma parte del plan de desarrollo y empleo de largo plazo del estado federado de Baden-Württenberg. Según organizaciones ecologistas, varios informes del impacto de esta magna construcción han sido silenciados por la ciudad y los análisis de las ventajas para las comunicaciones no estiman en tanto el beneficio que traería.

Streit Bahnprojekt Stuttgart 21 Schlichter Heiner Geißler
Heiner Geißler, ex secretario general de la CDU, mediador en el conflicto.Imagen: picture alliance/dpa

La protesta crece….

La protesta se convirtió en un auténtico problema el 1 de octubre, día de inicio de las obras. Una manifestación de unas 3.000 personas fue disuelta por la policía con chorros de agua a presión, gases lacrimógenos y bastonazos, con un saldo de 114 heridos, algunos de ellos de gravedad. Las imágenes de la represión policial produjeron una ola de indignación, y el conflicto explotó: el gobierno del estado federado debió suspender la mayor parte de la megaobra y convocar a un mediador.

…las exigencias también

El primer ministro de Baden-Württenberg, Stefan Mappus, cerró primero filas en defensa de la policía. Con el crecimiento de la protesta y la indignación, fue cediendo terreno, tal vez con la

sospecha de que es el único camino para salvar la obra. Los asistentes a la manifestación del sábado exigieron su renuncia. Ahora Mappus ofreció acompañar el proceso de conciliación con una serie de foros de discusión e información para discutirlo. Pero los manifestantes condicionan el diálogo:"interrupción inmediata de las obras, negociaciones después" es su lema.

Autora: MB/dpa/rtr/dlr
Editor: José Ospina-Valencia