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Steinberg: "No hay alternativa a la familia real saudí"

Dennis Stute (JC)26 de enero de 2015

A pesar de que Arabia Saudí es uno de los países más autoritarios del mundo, sigue engatusando a Occidente. Por qué esto es así, lo aclara el experto en Oriente Medio, Guido Steinberg, en entrevista con DW.

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Imagen: picture-alliance/EPA/Saudi Press Agency

DW: El presidente estadounidense, Barack Obama, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, y muchos otros líderes mundiales lloraron la muerte del rey saudí Abdullah. Esta lista demuestra quién es quién en la política mundial. ¿Por qué es tan importante Arabia Saudí?

Guido Steinberg: Con mucha diferencia, la razón más importante es que tienen, aproximadamente, una cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo. Este petróleo fácil de extraer será más importante en el futuro, independientemente de cómo evolucione el mercado en los próximos años. A pesar de que sólo se exporta en pequeñas cantidades a Estados Unidos y Europa, y sobre todo al este asiático, en general es importante para el mercado internacional. Si Arabia Saudí se volviese inestable como Siria, y se redujesen las exportaciones de petróleo, tendría consecuencias negativas para la economía mundial.

Arabischer Frühling und die Herausforderungen
El experto en Oriente Medio, Guido Steinberg.Imagen: DW/S. Amri

¿Por qué apoya entonces Occidente a la ultrareaccionaria Casa de Saud? Desde esta perspectiva, en realidad no importa si gobierna o no la familia actual, ya que cualquiera de ellas estaría dispuesta a vender petróleo en el mercado internacional.

Esta suposición es peligrosa, puesto que no muestra alternativa aceptable al gobierno actual, excepto la inestabilidad persistente. En Arabia Saudí hay una fuerte oposición salafista que tiene conexiones con los Hermanos Musulmanes, las organizaciones terroristas Al-Qaeda y “Estado Islámico” tienen muchos seguidores en el país y hay una fuerte oposición chií en el este del país. Existe el riesgo de que si la familia Saud pierde el control, no haya un nuevo gobierno capaz de mantener el orden en el país. Si esto sucediera, Arabia Saudí se podría romper en tres o tal vez cuatro estados, separados por líneas regionales y religiosas.

Entonces, ¿es preferible una dictadura retrógrada que otro Estado fallido?

Así es obviamente la política. De hecho, no hay ninguna fuerza significativa en el país capaz de ejercer una oposición política constructiva. Esto se debe a las políticas llevadas a cabo por el régimen que, durante años, ha tratado de prevenir la aparición de una alternativa pacífica. Esto no cambia el hecho de que un Estado Saudí fallido sería un desastre, principalmente para los propios ciudadanos del país.

Salman bin Abdulaziz Al Saud
Salman bin Abdulaziz Al Saud, rey de Arabia Saudí.Imagen: picture-alliance/dpa/L. Zhang

¿Qué papel desempeña Arabia Saudita en la política regional a ojos de Occidente?

Arabia Saudí es un aliado en el que se puede confiar desde hace mucho tiempo. Desde 1979 existe una constante para la política estadounidense: la hostilidad hacia Irán. En ese aspecto los estadounidenses y los saudíes están de acuerdo, más aún si cabe tras la desaparición del enemigo común (URSS) en 1990. En muchos otros aspectos importantes relacionados con la política regional Arabia Saudí también está dispuesta a cooperar. Por ejemplo en lo que se refiere a la lucha contra el Estado Islámico en Siria, en la que se han involucrado realizando ataques aéreos. En lo referente a política interna, sin embargo, los políticos estadounidenses y europeos no muestran demasiado interés. Esto incluye a la política alemana. Desde el gobierno de Schröder, Alemania se ha acercado mucho al gobierno saudí y ha dejado de lado los temas internos.

El jefe del Estado alemán no mostró sus condolencias. Asimismo, Berlín ha suspendido los envíos de armas al país. ¿Se atisba un cambio de dirección?

Hasta ahora, esa noticia sólo ha aparecido en el diario Bild am Sonntag. Yo esperaría aún para ver lo que significa en realidad. Lo que sí creo es que en los últimos meses los socialdemócratas han mostrado una fuerte oposición, en lo que al envío de armas se refiere, en la gran coalición. A esto se suma ahora el brutal castigo contra el activista Raif Badawi. Esto ha provocado que el gobierno se haya mostrado reacio a enviar a alguien. Aunque en esta ocasión ha imperado la opinión pública, aún sigo sin ver una línea política completamente nueva.