Sexo, violencia y Mozart

El director catalán Calixto Bieito consiguió en Alemania lo que quería. La provocación surtió efecto entre los medios alemanes, que calificaron la obra como una aberración contra el arte. Bieito presentó su versión de la obra de Mozart, en la que solo respeta el aspecto musical, situándola en un burdel y adornándola con imágenes de extrema violencia y sexo.

Imágenes de artistas desnudos, orines, latigazos de prostitutas o fornicación a cuatro patas sobre el escenario, son las controvertidas escenas que caracterizan la obra. El director español más internacional del momento llegó a Berlín precedido por el "rentable escándalo" que rodeó sus montajes en otras ciudades de Alemania. Bieito, que se define como un discípulo de Luis Buñuel y heredero de una educación de colegio de jesuitas y dictadura, quiso mostrar con su obra la realidad de un burdel y la prostitución como una forma de esclavitud del siglo XXI.

El escándalo está servido

Para el director todo un triunfo. Ya sea para bien o para mal, consiguió hacer eco de su obra en todos los medios alemanes. Para muchos, una versión "barriobajera" de la obra del compositor austríaco pero sobre el arte del escándalo, existen muchas versiones.

El diario alemán "Bild" calificó a la obra como "arte vomitivo pagado por el contribuyente". Y es que, la Komische Oper de Berlín, está desde hace tiempo en números rojos y tiene que recurrir a las subvenciones para seguir funcionando. También el Frankfurter Allgemeine descalificó la calidad artística de la obra comparándola con Thriller serie B y una explosión de fluidos humanos como esperma, orina y sangre.

¿Quién se atreve a opinar?

Pero no todo fueron malas críticas. El diario Tageszeitung comparó la campaña del Bild con la actitud de la prensa amarilla británica con las historias de cama de la realeza. Descalificó al diario por tomarse la libertad de criticar, mientras que en su edición aparecen dos páginas diarias de fotos eróticas con títulos como "Polaca caliente" o "rubias exóticas". El Tageszeitung hizo además hincapié en la necesidad de las subvenciones para la supervivencia del arte. "Si patrocinadores del arte como Daimler Chrysler se retiran, están en su derecho. El arte no debe depender de los donantes si quiere conservar la libertad. Por eso y para eso existen las subvenciones". También el Berliner Zeitung compartió esta opinión subrayando que la obra ya era un escándalo antes del estreno. "Para una ciudad como Berlín, esto no debería ser ningún problema", manifestó el diario.

Para el senador de Cultura de Berlín, Thomas Flierl, toda una genialidad para aumentar los ingresos y el aforo de la Komische Oper. Una receta de éxito asociada al escándalo. Según el senador, aumentar el número de espectadores de las operas berlinesas hasta llegar al millón, supondría un ahorro de 17 millones de euros en subvenciones.

De provocador a director

Bieito consiguió sus objetivos pese al gran ataque de la prensa y, al parecer, salió bien parado. Frente a la campaña de los medios, Bieito recibió una oferta para dirigir la ópera de Stuttgart al lado de Albert Pullman, y redefinir así la línea artística del teatro. El director calificó la oferta de tentadora aunque se resistió a aceptar. Significaría para él abandonar Barcelona y la dirección artística del Teatro Romea, del que es responsable desde 1999 convirtiéndolo en uno de los más competitivos de Europa. ¿Qué mejor que el escándalo para dar publicidad a una obra y, sobre todo, a su director?