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¿Sexo en los cuarteles?

22 de abril de 2004

Un tabú parece estar próximo a romperse en el ejército alemán. Según informaciones de prensa, el Ministerio de Defensa planea acabar con la prohibición de prácticas sexuales dentro de los cuarteles.

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El amor no respeta fronteras, ni cuarteles.Imagen: AP

Los tiempos cambian. También para el Ejército alemán. Por ejemplo, arrecia la discusión sobre la posibilidad de acabar con el servicio militar obligatorio, después de que un tribunal local determinara que el actual sistema de conscripción no es justo ni parejo. La causa: muchos germanos no son reclutados, porque en definitiva no hay cupo para todos los jóvenes de una generación. El fallo no es aún definitivo y el debate continuará a nivel político. Pero ese es sólo uno de los temas que está sobre el tapete.

Reglas obsoletas

De considerable interés para los uniformados alemanes resulta otro proyecto, que atañe directamente a su vida personal o, mejor dicho, a su vida sexual. Según la edición online del semanario Der Spiegel, el Ministerio de Defensa proyecta modificar las reglas al respecto vigentes en la actualidad, que datan apenas del año 2002. De acuerdo con ellas, "la actividad sexual" está prohibida en los recintos militares, incluso después de las horas de servicio.

De hecho, la regla, destinada a mantener el orden y la disciplina en los cuarteles, provoca malestar en muchos uniformados, que la consideran obsoleta. Más de 9.300 mujeres se han incorporado a las tropas alemanas y, en más de algún caso, han surgido romances con sus camaradas de armas. Incluso hay varios matrimonios dentro de la institución. Pero ni siquiera ellos pueden disfrutar a sus anchas de la vida conyugal, aunque ambos presten servicio en el mismo lugar. Las disposiciones en vigor les impiden compartir alojamiento.

Frau in der Bundeswehr
Una mujer soldado del ejército alemán.Imagen: AP

Libertad para Cupido

La abstinencia también se transforma en obligatoria para los soldados que cumplen misiones fuera del país. Para ellos, el cuartel es morada permanente. En otras palabras, también en sus horas libres deben prescindir del sexo. A todas luces, sus quejas han llegado a oídos de las autoridades militares, que estarían dispuestas a "liberalizar" las reglas, para permitirles un poco de "normalidad social".

Un portavoz del Ministerio de Defensa confirmó la existencia de tal proyecto a Der Spiegel, indicando que la intención es "posibilitar que las relaciones de pareja existentes puedan mantenerse" también en los recintos militares. Claro está que la permisividad valdría sólo fuera de las horas de servicio. Además, el Ejército deberá procurar a los enamorados un alojamiento apropiado para su intimidad. De hacerse efectivo el plan, los superiores ya no intervendrán cuando Cupido haga de las suyas y no haya sistema anti-misiles que pueda detener sus flechas.