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Semana Verde en Berlín

Nina Werkhäuser/ Cristina Papaleo18 de enero de 2013

La mayor feria de agricultura y alimentación, la Semana Verde de Berlín, aguarda este año a 400.000 visitantes de todo el globo, con lo mejor y más sabroso de la industria alimentaria alemana y mundial.

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Imagen: Messe Berlin

Para los visitantes, la Semana Verde es un verdadero desafío. Se necesitan zapatos cómodos para recorrer los 26 pabellones de la feria, y no estaría mal contar con más de un paladar para probar las 100.000 diferentes delicias de todo el mundo allí presentes.

En el pabellón de animales -uno de los favoritos de los asistentes a la muestra de productos agropecuarios y alimentos- se exponen vacas, caballos y ovejas de los mejores criaderos de Alemania, y hasta se pueden ver alpacas de Brandeburgo. También este año, la Grüne Woche vuelve a superarse a sí misma. Nunca antes llegaron tantos expositores internacionales a los pabellones del recinto ferial. En total, son 1.630 provenientes de 67 países. Presentes por primera vez estarán Kosovo y Sudán. El crecimiento continuo de esta feria refleja la buena coyuntura del sector: la industria alemana de la alimentación registró en 2012 un crecimiento del 4,1 por ciento.

Un viaje para el paladar: platos tradicionales de India en la Semana Verde.
Un viaje para el paladar: platos tradicionales de India en la Semana Verde.Imagen: Messe Berlin

Productos alimenticios alemanes: éxito de exportación

El crecimiento del rubro se debe, sobre todo, a la exportación de alimentos alemanes, que son cada vez más solicitados, también más allá de la fronteras de la Unión Europea, como por ejemplo en EE. UU. y en Rusia. El sello “made in Germany” no solo es favorito en la industria de las maquinarias y la tecnología, sino también en la alimenticia, asegura Joachim Rukwied, presidente de la Asociación Alemana de Trabajadores del Campo: “Con ese sello podemos ganar en competitividad, ya que los productos comestibles de Alemania son una garantía de calidad, seguridad y sostenibilidad en la producción”.

En la industria de la alimentación se crearon el año anterior 6.500 nuevos puestos de trabajo. Es la cuarta mayor rama de la industria en este país, pero el optimismo en cuanto a su desarrollo se ve algo opacado por el contexto económico mundial: “Las ganancias de la economía agrícola-ganadera están bajo una fuerte presión”, lamenta Jürgen Abraham, presidente de la Asociación Alemana de la Industria Alimentaria, y explica que la causa son los altos precios de las materias primas y los costos energéticos, que no pueden aplicarse en toda su magnitud a las ventas. En Alemania, los alimentos son relativamente baratos: un hogar promedio gasta un 11 por ciento de sus ingresos en productos alimenticios. “Y eso no va a cambiar”, asegura Rukwied.

Joachim Rukwied, presidente de la Asociación Alemana de Trabajadores del Campo.
Joachim Rukwied, presidente de la Asociación Alemana de Trabajadores del Campo.Imagen: Messe Berlin

Los consumidores exigen transparencia

Los precios son accesibles, y los alimentos, de alta calidad, pero todavía falta mejorar mucho la transparencia hacia el consumidor. Los consumidores alemanes pueden elegir entre una variedad de alrededor de 160.000 productos, pero lo que figura en las etiquetas no siempre es lo que realmente contiene el paquete, critica Gerd Billen, experto de la Asociación Alemana de Oficinas para el Consumidor (AAOC). “Los consumidores quieren una descripción comprensible y honesta de los componentes de los alimentos”, dice.

Sobre todo, muy a menudo lo que escasea es honestidad. La leche, por ejemplo, se etiqueta como de “Brandeburgo”, pero los cartones son rellenados en Colonia y contienen, seguramente, leche de otras regiones de Alemania, advierte Billen. Sobre muchas etiquetas hay dibujos de manzanas y bananas, cuando, en realidad, los productos solo contienen sustancias aromáticas y ni un trocito de frutas. Esos trucos pueden ser denunciados desde hace un año y medio por los consumidores en un portal de Internet a cargo de las oficinas del consumidor y del Ministerio federal de Alimentación, Agricultura y Defensa del Consumidor. Todo un éxito para los derechos de los consumidores, ya que, según Billen, muchos productores cambiaron sus etiquetas, dotándolas de mayor transparencia, y hasta retiraron productos del mercado luego de las críticas hechas públicamente por AAOC.

Autora: Nina Werkhäuser/ Cristina Papaleo

Editora: Emilia Rojas-Sasse