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Ahora sí va en serio

Daniel Martínez6 de septiembre de 2014

Aunque la derrota contra Argentina fue penosa, su valor es únicamente estadístico. La competencia de verdad empieza para Alemania este domingo en Dortmund, contra Escocia, en la eliminatoria a la Eurocopa 2016.

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Länderspiel Deutschland gegen Argentinien
Imagen: Reuters/I. Fassbender

Pese a haber perdido en casa, casi que por goleada (2-4), el partido con el que estrenó el flamante título de campeón del mundo ante su propio público, que llegó al estadio de Düsseldorf a celebrar y se marchó molestó con el rendimiento de algunos jugadores de su selección, Alemania se tomó con tranquilidad el resultado. ¿La razón? Más allá del prestigio, en esta ocasión Argentina era un rival que no ofrecía ningún botín: ni puntos, ni trofeos.

El seleccionador Joachim Löw puso las cosas en su punto tanto antes como después del partido. “No es ninguna revancha, porque ellos ya no pueden ganar el título. Es solo un amistoso contra Argentina que será una buena preparación para lo que viene en los próximos meses”, dijo en la conferencia de prensa previa al juego. En la posterior, con la derrota a cuestas, recalcó “a las cosas hay que darles el orden que les corresponde: para nosotros la temporada no empezó en Düsseldorf, ella empieza de verdad el domingo en Dortmund, contra Escocia, en la eliminatoria a la Eurocopa”.

La antesala al escenario real

En competición oficial los alemanes tendrán en los próximos 15 meses pocos partidos tan exigentes como el que les plantó Argentina en el amistoso en Düsseldorf. En el grupo D de la eliminatoria a la Eurocopa de Francia 2016 los rivales serán Gibraltar, Irlanda, Georgia, Polonia -quizás el más parejo- y Escocia, selección contra la que arranca este domingo en condición de local en el estadio Signal Iduna de Dortmund, uno de los que por su infraestructura genera al rival el ambiente más hostil del país.

Allí Alemania estará preparada para empezar a sumar puntos en serio después de la derrota 2-4 ante Argentina. En Düsseldorf, en el amistoso contra la selección sudamericana, el entrenador Löw formó un equipo que nunca antes había jugado junto. En el once inicial se encontraron nueve campeones del mundo de los cuales solo tres de ellos fueron titulares regulares en Brasil, y uno de ellos (Benedikt Höwedes) incluso ocupó la posición de defensor central pese a que en el Mundial fue un “falso” lateral.

Ante los argentinos la prioridad del seleccionador alemán fue darle minutos y rodaje a varios de los jugadores que en Brasil hicieron parte de la reserva (Erik Durm, Kevin Großkreutz, Matthias Ginter, Christoph Kramer, André Schürrle, Julian Draxler, Lukas Podolski, y Roman Weidenfeller), reintegrar a un par de futbolistas que por culpa de las lesiones se perdieron el viaje al Mundial (Marco Reus y Mario Gómez), y darle confianza a una pareja de novatos (Sebastian Rudy y Antonio Rüdiger).

No todos, pero sí una gran mayoría de ellos, están llamados a consolidarse como parte de la columna vertebral de la selección que estará en el torneo de Francia 2016. Hasta entonces es necesario buscar los jugadores que llenen el vacío que ha dejado la despedida del lateral Philipp Lahm, excapitán del equipo, del central Per Mertesacker, y del goleador histórico Miroslav Klose, así como ir preparando los relevos de otras figuras que ya han anunciado que después de ese torneo planean separarse del equipo, entre ellas Bastian Schweinsteiger y Lukas Podolski.

El primera paso es sumar

Con la forma como planteó el partido contra Argentina, el seleccionado Löw volvió a dejar constancia de lo previsivo que es, y de con cuánta anticipación empieza a preparar las metas a corto (eliminatoria a la Eurocopa), mediano (Francia 2016), y largo Plazo (Mundial de Rusia 2018). De esta forma también se reaccionó a la estrechez del calendario, pues Alemania, hasta el final de la ronda de clasificación a la próxima Eurocopa, solo cumplirá dos partidos en los que no están en juego puntos importantes: los amistosos contra España en noviembre, y contra Holanda, un año más tarde, en el 2015.

Obtener este trofeo, el de la Eurocopa Francia 2016, es la nueva meta de Alemania. El camino empieza el domingo.
Obtener este trofeo, el de la Eurocopa Francia 2016, es la nueva meta de Alemania. El camino empieza el domingo.Imagen: picture-alliance/dpa

Los mayores experimentos realizados por Alemania en la derrota contra Argentina fueron en la defensa, una zona en la que el campeón del mundo ha tenido en los últimos años problemas que se han agudizado con miras al partido contra Escocia. Dos defensores titulares en el Mundial ya no están en el equipo (Lahm y Mertesacker), un central llega golpeado (Jerome Boateng), otro está fuera de la convocatoria por no encontrarse en forma (Mats Hummels), y los medicampistas de contención (Schweinsteiger y Sami Khedira), se ausentan por lesiones.

Para estos dos últimos Löw tiene remplazos que demostraron compaginar de forma aceptable (Toni Kroos y Christoph Kramer), pero atrás, por delantero del arquero Manuel Neuer, el rompecabezas no termina de armarse. Para agravar la situación, en la convocatoria solo hay seis defensores, entre ellos solo un lateral de oficio, cuatro centrales de formación y un volante mixto que ayuda en todo lado (Großkreutz).

Por suerte para Alemania, Escocia no es Argentina, ni tiene en sus filas a un atacante tan peligroso como Ángel Di María. El campeón del mundo podrá relativamente fácil sumar los primeros tres puntos en la eliminatoria a la Eurocopa: en Dortmund le bastará con llevar todo el peso de la ofensiva, y evitar ser atacado. Entonces, cualquier formación que presente en el fondo será aceptable, por ahora.