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“Se necesitan grandes esfuerzos en la eurozona”

Sabine Kinkartz (CP/ EL)12 de marzo de 2015

Los jefes de las cinco organizaciones líderes de la economía internacional se reunieron en Berlín con Angela Merkel. La crisis aún no se ha superado en la eurozona, y el crecimiento en los países emergentes será menor.

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Christine Lagarde (izqda.), con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.
Christine Lagarde (izqda.), con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.Imagen: picture-alliance/dpa/S. Loos

La canciller alemana, Angela Merkel, puede darse por satisfecha. Christine Lagarde, la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), elogiaron la economía alemana. Gurría señaló que Alemania tiene una alta competitividad, en comparación con otros países cuya productividad creció más lentamente que los salarios.

De la reunión en Berlín participaron el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, el jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, así como el director general de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), Guy Ryder. La declaración final conjunta fue un llamado a más reformas y crecimiento: “Los riesgos geopolíticos han aumentado en diferentes regiones del mundo y representan un lastre significativo para el desarrollo de la economía mundial.” Y añaden que los esfuerzos de muchos países de la eurozona, de aumentar la productividad, la ocupación y de mejorar el presupuesto no son suficientes, y que se necesitan “mayores esfuerzos”, sobre todo en la lucha contra el desempleo juvenil, para llevar a cabo reformas estructurales y para que se produzca “una consolidación favorable al crecimiento”.

Christine Lagarde y Ángel Gurría.
Christine Lagarde y Ángel Gurría.Imagen: Getty Images/A. Berry

Perspectivas de crecimiento global

Según el informe actual del FMI acerca del pronóstico de la coyuntura global de enero, se espera que la economía mundial crezca un 3, 5 por ciento este año y un 3,7 por ciento en 2016. La OIT parte de que el número de los desempleados en todo el mundo crecerá en tres millones. Christine Lagarde se mostró optimista: “Por primera vez desde un largo tiempo escuchamos noticias positivas”, dijo, refiriéndose, sobre todo, a la economía de EE. UU. y de la evolución positiva de Gran Bretaña.

Berlin - Christine Lagarde trifft Angela Merkel
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Loos

En Europa, la economía se desarrollará supuestamente mejor de lo esperado. En los países emergentes, por el contrario, la economía crece lentamente y “lamentablemente poco”, y en los países pobres, menos aún. Los países de la zona euro se benefician de la caída del petróleo, de la revalorización del dólar, así como la devaluación del yen y del euro. A eso se suman los bajos intereses crediticios.

Aparte de las crisis geopolíticas, Lagarde considera que la política monetaria actual alberga grandes riesgos en cuanto a un mayor crecimiento. Lo más problemático es, según ella, el alejamiento entre EE. UU., Europa y Japón. Mientras la Reserva Federal estadounidense retoma un rumbo de “política monetaria tradicional”, el Banco Central Europeo y el Banco Central de Japón se rigen por un curso de dinero barato. “Eso significa una mayor volatilidad”, advierte la jefa del FMI.

Créditos para Ucrania

Lagarde también se refirió a la promesa del FMI de otorgar crédito a Ucrania. Ese país recibirá 17.500 mil millones de dólares (15.500 mil millones de euros). El programa de ayuda se extenderá durante cuatro años, y la mayor parte del crédito, es decir, 10.000 millones de dólares, se pagarán en el primer año. Ucrania “tomó todas las medidas que esperábamos y exigíamos”, señaló Christine Lagarde en Berlín. “Esperamos que el dinero ayude a mejorar la situación del país, siempre y cuando se cumpla con lo pactado para estabilizarlo, también en cuanto al acuerdo de cese del fuego de Minsk”.

El nuevo paquete de ayuda remplaza a un programa de 2014, en el que, para evitar la quiebra de Ucrania, los donantes internacionales prometieron un crédito de ayuda de, en total, 27.000 millones de dólares. Ucrania recibe el apoyo no solo del FMI, sino también de la Unión Europea, del Banco Central y de otros donantes, de modo que se pondrán a su disposición en total 40.000 millones de dólares. A cambio, el país debe cumplir llevando a cabo amplias reformas.