Sabor a mar en las Islas Frisias

Entre las casi 40 islas e islotes que re reparten por las cosas que van desde Holanda hasta Dinamarca, las islas occidentales pertenecen a los Países Bajos. Las orientales son alemanas, y las septentrionales se reparten entre Alemania y Dinamarca.

El resultado de esta diversidad es, entre otras cosas, un lenguaje de raíces germánicas, el frisio, que cuenta con elementos del alemán, neerlandés inglés y danés. Es un dialecto que a su vez cuenta con una gran multitud de variantes que, a oídos de un extranjero, tienen más bien poco que ver. Es por eso toda una suerte que, aún así, el alemán siga siendo la lengua oficial, al menos en las islas alemanas, si bien con un curioso acento.

Los parajes de las Islas Frisias son sin duda toda una atracción turística.

Entre Dinamarca y Alemania

En el caso de las islas septentrionales, originariamente fueron colonizadas por Dinamarca en el siglo VIII. Los nativos fueron entonces denominados “Uthlande”, que viene a significar “bárbaros” en danés antiguo. No obstante, tras las guerras entre Dinamarca y Prusia a mitades del siglo XIX, la mayoría de las islas pasaron a ser territorio alemán. Tras un referéndum en 1920, la distribución de las islas entre ambas naciones se estableció tal y como la conocemos ahora.

Así, aparte de un buen número de islotes denominados “Hallig”, Alemania cuenta en el Mar del Norte con las hermosas islas de Föhr, Amrum, Pellworm y la más grande de todas, Sylt; todas ellas pertenecientes al estado de Schleswig Holstein.

El ingrediente principal

Al igual que el resto de las islas, antiguamente su principal método de sustento era la agricultura y la pesca. Hoy día, no obstante, es el turismo la principal fuente de ganancias, aunque desde el punto de vista gastronómico, está íntimamente ligado a los dos elementos anteriores. La especialidad de las Islas Frisias es, por supuesto, el marisco y el pescado, y dentro de ello, el famoso cangrejo del Mar del Norte o "Nordseekrabbe".

Las Marismas de las Islas Frisias septentrionales son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Maike Haupt, directora del restaurante local Seekiste sirve los platos más típicos de la zona en la costa de la isla Sylt: “Recibimos un envío de cangrejos cada dos o tres días, dependiendo de la frecuencia de los barcos. Los recibimos muy frescos, sin ningún tipo de conservantes ni aditivos, listos para freír, para servirlos en plato a nuestros clientes tan rápido como sea posible.”

Natural, sin trampa ni cartón: quizás el secreto para hacer que el marisco sepa mejor tras una excursión a las Islas Frisias. Al preguntar por la especialidad de la casa, Maike Haupt recomienda la Krabbensuppe, la sopa de cangrejo, y el cangrejo frito con huevos revueltos y patatas, pero lo más típico y demandado es, sin duda, el Krabbenbrot: una especie de brocheta de cangrejo servida normalmente con huevos fritos por encima. ¿Suena bien? Pues hoy lo preparamos en nuestras audiorecetas.

Krabbenbrot

Ingredientes para 4 personas

1 kg de cangrejos frescos o gambas

8 rebanadas de pan integral

8 huevos

Sal al gusto

Mantequilla para untar
Eneldo al gusto
Aceite para freír

Preparación

Pelar los cangrejos con cuidado, retirando las cabezas. Sazonar con el eneldo.

Untar las rebanadas de pan con mantequilla por una de las caras.

Distribuir los cangrejos pelados sobre el pan, por la cara de la mantequilla.

Freír los huevos en aceite y sazonarlos con la sal.

Colocar los huevos fritos sobre los cangrejos, y servir caliente.

Pueden probar variantes con esta receta: no poner el huevo frito, o usar queso de untar en lugar de mantequilla, freír los cangrejos, añadirle espárragos u otros vegetales de ensalada… ¡Échele imaginación!

Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: Enrique López Magallón