Píldora anticonceptiva: método más utilizado en Alemania

La píldora anticonceptiva cambió la vida de las mujeres y de la sociedad. Su venta fue autorizada el 18 de agosto hace 50 años en Estados Unidos. Desde entonces es considerada como un método milagroso para evitar embarazos no deseados, así como para la planificación familiar. Sin embargo, esta pequeña tableta tuvo consecuencias de largo alcance. En las naciones industrializadas condujo a la disminución de la tasa de natalidad; en los países en vía al desarrollo se emplea al contrario: como control de natalidad.

Esta pequeña tableta fue autorizada por Estados Unidos el 9 de mayo de 1960, y el 18 de agosto de ese mismo año empezó a ser comercializada en el mercado estadounidense. Está compuesta por las hormonas femeninas estrógeno y progestágeno, que gracias a una dosis variada engañan al cuerpo de la mujer, haciéndolo creer que ya hay un embarazo en curso. La píldora tiene efectos directos en el cerebro, de tal manera que frena la descarga de la hormona liberadora de gonadotropina, logrando que no se produzca una ovulación, y por ende no sea posible un embarazo. La píldora sigue siendo considerada como una de las alternativas más eficaces (casi un 100%) y seguras entre los métodos anticonceptivos existentes.

Dos mujeres: ideólogas de la píldora

La invención de la píldora anticonceptiva fue posible gracias a dos mujeres de más de 70 años: la estadounidense millonaria Katherine McCormick y la enfermera Margaret Sanger ordenaron la investigación a los farmacólogos de origen estadounidense Gregory Pincus y John Rock, así como al vienés Carl Djerassi. Ellos desarrollaron el primer método anticonceptivo hormonal gracias a una serie de dudosos ensayos en una población de escasos recursos en Puerto Rico.

En ese entonces la píldora fue concebida como un descubrimiento revolucionario que debía cambiar el mundo. En 1961, el consorcio Schering de Berlín lanzó la primera píldora anticonceptiva europea al mercado. En los años siguientes descendió drásticamente la tasa de natalidad en los países industrializados.

La dosis hormonal es cada vez menor

Al comienzo la píldora fue recetada oficialmente por ginecólogos contra los dolores causados por la menstruación. El efecto anticonceptivo se indicaba casualmente como secundario en las instrucciones de uso. Al fin y al cabo, el sexo era un tema tabú a principios de los años 60 en la sociedad de la República Federal.

Pero la píldora triunfó. Casi fue el detonante de la revolución sexual de la década de los 60. La Iglesia Católica también reaccionó ante la nueva tecnología de prevención de embarazos. En su encíclica "Humanae Vitae", el Papa Pablo VI condenó el uso de la píldora anticonceptiva como un pecado. Ésta sigue siendo la opinión del Vaticano.

Después de algunos años, los movimientos feministas analizaron críticamente bajo la lupa la píldora anticonceptiva. Después de todo, no se conocía mucho sobre los efectos a largo plazo de la sobrecarga hormonal, cuyo riesgo asumen unilateralmente las mujeres. De hecho, científicamente no es seguro que la píldora no conlleve ningún tipo de riesgos para las usuarias. Algunos estudios médicos señalan como posibles efectos secundarios trombosis y embolias. Entre tanto, sin embargo, la dosis hormonal que contiene cada píldora es cada vez menor.

Alrededor de 100 millones de mujeres en todo el mundo toman la píldora. En Alemania es el método anticonceptivo más utilizado, incluso después de 50 años.

Autora: Gudrun Heise / Cristina Mendoza Weber

Editor: José Ospina Valencia