1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

El escándalo de las fresas chinas

Helle Jeppesen / lab9 de octubre de 2012

Once mil niños han enfermado en escuelas alemanas. La causa: fresas congeladas contaminadas con norovirus provenientes de China. ¿Por qué despreciar los productos agrícolas regionales en favor de los importados?

https://p.dw.com/p/16N3n
Imagen: dapd

“¿Traer productos de alimentación en evidentemente dudoso estado desde más de diez mil kilómetros de distancia porque la fruta fresca de la región está a precios impagables? Esto es un escándalo”, declaró el representante del partido de los Verdes Cem Özdemir respecto al suceso. El político propone que en todas las cocinas de las escuelas se sirvan platos frescos con ingredientes regionales gracias a subvenciones federales, estatales y locales.

Martin Rücker, de la Organización Foodwatch, se confesó menos optimista en entrevista con DW. “Sería genial que todo fuera tan fácil, pero cuando se trata de deficiencias de higiene, da igual que los productos vengan de China, de Alemania occidental o de Brandeburgo”. Vengan de donde vengan los bienes, según Foodwatch, los consumidores tienen derecho a una alimentación de calidad.

Lo mejor, lo de casa

Essensausgabe Schule
En las escuelas, independientemente del origen de los productos, la higiene es fundamental.Imagen: picture-alliance/dpa

Esto no quita, no obstante, que en la opinión de Rücker, los productos estacionales y regionales sean siempre generalmente mejores para el equilibrio medioambiental que bienes importados desde lugares a largas distancias que han perdido su frescura a favor de su conservación. Una opinión que comparte la Ministra alemana de Alimentación y Protección del Consumidor Ilse Aiger: planea establecer un etiquetado especial para productos locales con el fin de aumentar su visibilidad.

Pero el problema radica también en una falta de conocimiento. En los supermercados alemanes se puede encontrar todo tipo de productos, provenientes de todas las partes del mundo, en todo momento. Esto ha provocado que la mayoría de los consumidores hayan perdido la noción de qué productos se corresponden con cada temporada del año.

Es importante poner atención en este tipo de detalles, sobre todo cuando se trata de la alimentación de niños y jóvenes en las escuelas, destaca Martin Rücker: “Se habla mucho de la necesidad de tener una formación alimentaria, de hacer ver a los niños el valor de los alimentos. Hay mucho que hacer en este sentido”. Su principal crítica es que en los comedores de las escuelas se tiene en cuenta el precio de los alimentos, y no la calidad.

Bundeslandwirtschaftsministerin Ilse Aigner
La Ministra de Alimentación alemana Ilse Aigner anima a los consumidores a decantarse por los productos regionales.Imagen: picture-alliance/dpa

En el fondo, una cuestión social

Así fue el caso de las fresas chinas, en las que posteriormente se descubrieron los norovirus. China es actualmente el segundo mayor exportador de fresas congeladas en Alemania, principalmente por sus precios incomparablemente bajos.

Si se deben comprar por ello o no es una cuestión de enfoque político, opina Martin Rücker: “Se trata de un debate social que debemos llevar a cabo: si las escuela, es decir, organizaciones estatales, deben apoyar financieramente las condiciones laborales en otros países donde se pagan salarios mínimos. O si realmente hay una alternativa a ello.”

Autora: Helle Jeppesen / lab
Editor: José Ospina-Valencia