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"Future Policy Award"

Mirjam Gehrke/Mirra Banchón27 de septiembre de 2012

Palaos se ha dado a conocer por su gestión sostenible del mar y ha demostrado que proteger el medio ambiente es rentable económicamente. El Future Policy Award reconoce su iniciativa ejemplar.

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Palau en MicronesiaImagen: dapd

El “Future Policy Award” le ha sido concedido al Estado insular de Palaos por haber elaborado dos leyes ejemplares para la protección del mar. Con su premio, la fundación alemana World Future Council, con sede en Hamburgo, quiere aportar a “un pensamiento y una acción sustentables con miras a las futuras generaciones”.

Este año una red de regiones marítimas y continentales protegidas lo ha merecido: desde el 2003, 35 regiones protegidas han entrado a la red. Entre ellas se encuentran arrecifes, lagunas, manglares y zonas ricas en población de sardinas. Las zonas en cuestión son gestionadas por la población y las autoridades regionales de manera tradicional; la pesca y la explotación de los recursos naturales se permiten sólo en zonas determinadas.

Karte Palau

Aparte de esto, Palaos se ha llevado el galardón por su programa de defensa del tiburón. A pesar de la presión internacional por las cuotas de pesca, este país del Pacífico decidió prohibir completamente la caza del tiburón en sus aguas. “Palaos fue el primer país que declaró todas sus aguas zona protegida para el tiburón”, dice a DW Janne Rohe, miembro del equipo del Future Policy Award. La prohibición prevé la liberación de aquellos tiburones cazados por error; para quien no lo haga están previstas multas cuantiosas. Proteger su mar ha resultado una buena fuente de ingresos para Palaos, explica Rohe: “el buceo comercial con los tiburones le deja unos 1,2 millones de dólares a la población local y unos 1,5 millones al Estado por concepto de impuestos”.

Weißer Hai
Imagen: AP

Un ejemplo internacional

Así, la prohibición de caza de tiburones ha encontrado adeptos. Honduras, las Maledivas y las Bahamas han optado por proteger al cetáceo. También la ley que dispone la creación de una red de litorales protegidos ha tenido consecuencias más allá de las costas de la isla. “Existe ahora en la región el proyecto `Micronesia Challenge´.

Es una iniciativa de varios Estados en Micronesia que se han puesto como meta declarar hasta el 2020 un 30 por ciento de sus litorales zona protegida, además de un 20 por ciento de sus áreas interiores. "Es una meta ambiciosa que incluso supera los objetivos de la convención de Naciones Unidas para protección de la biodiversidad”, puntualiza Rohe.

En este proyecto participan Palaos y los Estados Federados de Micronesia, las islas Marshall así como las islas Guam y las islas Marianas del Norte, ambas dependientes de Estados Unidos. La suma de las aguas de todos estos Estados supone un cinco por ciento del Océano Pacífico y un siete por ciento de las zonas costeras de toda la región. “Estas naciones micronésicas están culturalmente muy ligadas al mar y dependen de él económicamente. Con los tiburones se dieron cuenta de que tienen que protegerlos para mantener sus ecosistemas”, explica Rohe.

No sólo para la industria del turismo es importante preservar la salud de los mares y las costas. Según consta en el Informe de Riesgos Globales de 2012, la existencia de arrecifes y manglares representa por sí misma un aporte a la protección de una costa. Por otro lado, numerosos estudios señalan que unos 200 millones de personas se benefician de los arrecifes de coral. “Éstos, por ejemplo pueden absorber hasta un 85 por ciento de la energía undimotriz (la fuerza de la ola) que impacta las costas”, se afirma en el informe presentado por la Asociación Entwicklung hilft, la Universidad de Naciones Unidas y la organización The Nature Conservancy.

Korallenriff in Palau
Arrecife en PalauImagen: World Future Council

Política visionaria

El World Future Council reúne en sus redes a científicos, políticos y organizaciones medioambientalistas de los cinco continentes. Fue fundado en 2004 por el sueco-alemán Jakob von Uexküll, creador del Right Livelihood Award, el premio Nóbel alternativo. “En todo el mundo intentamos identificar las mejores legislaciones para difundirlas”, explica Anna Reis, portavoz del Premio del Futuro que este año le ha tocado a la isla Palaos.

Autora: Mirjam Gehrke/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas