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Nicolás Maduro: el omnipresente magnicidio

Evan Romero-Castillo25 de febrero de 2015

En un lapso de sólo dos años, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha denunciado más de quince intentos de asesinato en su contra. Aquí se enumeran las conspiraciones magnicidas presuntamente descubiertas hasta ahora.

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Imagen: imago stock&people

Durante los catorce años que duró su mandato (1999-2013), el presidente venezolano Hugo Chávez denunció 63 intentos de magnicidio en su contra. De “el Comandante” se llegó a decir que quería romper el récord del líder cubano Fidel Castro, contra cuya vida se atentó en 638 ocasiones, según sus biógrafos. Nicolás Maduro, quien sucedió a Chávez en la jefatura del Gobierno tras su muerte (5.3.2013), jurando seguirle los pasos, dice haber estado en la mira de los asesinos en más de quince oportunidades, dentro y fuera de su país. Y eso en un lapso de sólo dos años. La cuenta varía dependiendo de cuánto se diferencie una conspiración de otra. A continuación, los planes advertidos por Maduro para poner fin a sus días, tal como los reportaron los medios venezolanos:

2013

23.01.2013
“Grupos infiltrados planean matarme a mí y al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello”, dijo Nicolás Maduro, entonces vicepresidente de Venezuela, en un acto multitudinario transmitido por Venezolana de Televisión, el medio estatal desde donde ha denunciado todos los “complots” en su contra. Maduro agregó que las fuerzas de seguridad del Estado le habían hecho seguimiento durante semanas a los potenciales magnicidas. Aunque el Gobierno los tachó de “oligarcas”, nada concreto se ha sabido de ellos desde entonces.

06.02.2013
“Sicarios mandados por la derecha salvadoreña quieren matarme”, aseguró Maduro un día después de acusar a Henry López Sisco de coordinar un plan para asesinarlo. López Sisco, un comisario de la desaparecida Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) de Venezuela que se radicó en Costa Rica en 2006, refutó la imputación argumentando que el supuesto magnicidio era “una cortina de humo” para distraer la atención de los venezolanos. Nunca se supo si esta denuncia estaba relacionada con la articulada dos semanas antes.

06.04.2013
“Me quieren matar porque saben que no pueden ganar en elecciones libres como las que vamos a tener el 14 de abril”, alertó Maduro, aludiendo a la coalición de partidos opositores y a su líder, Henrique Capriles Radonski, su principal contrincante en los comicios presidenciales convocados tras la muerte de Hugo Chávez (5.3.2013). Elías Jaua, entonces canciller de la República, denunció nexos entre “terroristas salvadoreños” y Capriles Radonski. Poco después, el propio Maduro señaló a Otto Reich, exembajador de Estados Unidos en Venezuela (1983-1986), y a Roger Noriega, exembajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), de estar involucrados en la operación magnicida. Ni Jaua ni Maduro aportaron evidencias.

03.05.2013
“Existen planes para desaparecerme”, sostuvo Maduro días después de asumir la jefatura del Gobierno. Los presuntos implicados: la “derecha venezolana” en alianza con Otto Reich, Roger Noriega y el expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010), quienes supuestamente conspiraban desde Bogotá y Miami.

30.05.2013
“Están preparados para venir a Venezuela a inocularme el veneno”, señaló Maduro. La conjura en cuestión habría involucrado a un equipo que llegó a Bogotá desde Miami, incluyendo al exembajador de Estados Unidos ante la OEA Roger Noriega. La meta: que la muerte de Maduro fuera precedida por meses de lenta agonía.

10.06.2013
Miguel Rodríguez Torres, entonces ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, citó investigaciones según las cuales dos grupos de paramilitares colombianos fraguaban un ataque para quitarle la vida al presidente Maduro. Rodríguez Torres aseguró que ambos comandos habían sido detenidos una semana antes.

24.07.2013
“En su debido momento haremos las denuncias correspondientes con pruebas contundentes de intentos de magnicidio contra el compañero Nicolás Maduro y contra este humilde servidor“, prometió Diosdado Cabello, segundo hombre fuerte del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), atribuyendo la conspiración a “sectores de la ultraderecha”. El presidente de la Asamblea Nacional hizo el dramático anuncio durante la celebración de una sesión parlamentaria extraordinaria en una sala de teatro.

31.07.2013
“Los planes para eliminar físicamente a Maduro están en marcha”, afirmó Diosdado Cabello, secundado por el ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Miguel Rodríguez Torres. Ambos aseguraron que el proyecto magnicida estaba pautado para el 24 de julio de 2013 y que en él estaban implicados el exjefe de Gobierno colombiano Álvaro Uribe; Roberto Micheletti, otrora presidente de facto de Honduras; el cubano-venezolano Luis Posada Carriles, exagente de la CIA; Eduardo Macaya Álvarez, un empresario cubano radicado en Miami; y Robert Alonso, hermano de la artista cubano-venezolana María Conchita Alonso, acérrima opositora de Maduro. De nuevo sobresalieron Bogotá y Miami como las capitales de la componenda antichavista.

18.08.2013
“Los francotiradores ya fueron seleccionados”, advirtió el periodista y ex vicepresidente José Vicente Rangel en su programa de televisión, añadiendo que “de los cinco aviones del lote adquirido en Estados Unidos que están en bases colombianas controlados por efectivos norteamericanos, hay uno que ya fue artillado y preparado para cuando lo determinen las circunstancias”. Pródigo en detalles, Rangel dijo que el ataque contra Maduro debía consumarse el 8 de diciembre de 2013, fecha en que tendrían lugar elecciones municipales.

26.08.2013
Miguel Rodríguez Torres, ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, anunció que dos de los diez sicarios colombianos supuestamente involucrados en un plan magnicida habían sido detenidos en las afueras de Caracas el 15 de agosto de 2013. Las autoridades informaron que en la habitación de hotel de Víctor Johan Gueche Mosquera (22) y Erick Leonardo Huerta Ríos (18) fueron hallados dos fusiles AR-15 con mira láser y una fotografía de Maduro junto a Diosdado Cabello. La autoría intelectual de la “Operación Carpeta Amarilla” fue atribuida al expresidente colombiano Álvaro Uribe y la material, a la banda delictiva Gancho Mosco. En vano se buscó a Carlos Salcedo, un hombre que habría hecho posible rastrear al comandante del ardid.

20.12.2013
La policía de Bogotá anunció el arresto del colombiano Alejandro Caicedo Alfonso, buscado en Venezuela por su presunta participación en un complot para asesinar a Maduro en agosto de 2013. Dos meses antes, Miguel Rodríguez Torres había coordinado acciones con el servicio de inteligencia colombiano. Según el entonces ministro de Asuntos Interiores y Justicia de Venezuela, los artífices de la “Operación Carpeta Amarilla” habrían cobrado hasta 10.000 dólares de haber consumado el magnicidio. Maduro, quien ya acusaba a Washington de respaldar la intentona y de desestabilizar al país caribeño, había expulsado a tres funcionarios de la embajada estadounidense en Caracas el 30 de septiembre de 2013: Elizabeth Hunderland, Kelly Keiderling y David Mutt.

2014

15.02.2014
Tres días después de que la brutal represión estatal de manifestaciones estudiantiles dejara varios muertos en Caracas y desatara nuevas protestas antigubernamentales en todo el territorio venezolano, Maduro expresó preocupación por un mensaje de Twitter emitido por una persona identificada como Power Kardashian. El tuit rezaba: “@NicolasMaduro TE VOY A ASESINAR DESGRACIADO, YA ESTÁS ADVERTIDO!! PRIMERO MATAMOS A @CHAVEZCANDANGA Y AHORA VIENES TU!! VIVA OBAMA”.

15.03.2014
Durante el apogeo de las “guarimbas” –las barricadas erigidas por opositores del estamento chavista en las calles de varias ciudades venezolanas–, el presidente Maduro se dirigió a su homólogo estadounidense, Barack Obama, en una alocución televisada: “Le hablo porque es su Gobierno el que mantiene a esta oposición de derecha”. Maduro le pidió que no autorizara el plan para asesinarlo, orquestado por el Departamento de Estado y el Pentágono. El mensaje fue repetido en un encuentro con la prensa local y extranjera.

25.03.2014
El presidente Maduro anunció que tres generales de la Aviación Militar Bolivariana cercanos a la “extrema derecha venezolana” habían sido detenidos por fraguar un golpe de Estado en su contra. Tres días más tarde, el alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, señaló que dirigentes opositores y empresarios venezolanos estaban recibiendo apoyo de Kevin Whitaker, embajador de Estados Unidos en Colombia, y del Departamento de Estado para asesinar a Maduro.

28.05.2014
El Gobierno presentó correos electrónicos impresos que a su juicio evidenciaban una confabulación para asesinar a Maduro, a Diosdado Cabello, al gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami, y al ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Miguel Rodríguez Torres. El banquero venezolano Eligio Cedeño fue acusado de “financiar” a los políticos opositores María Corina Machado, Diego Arria y Henrique Salas Römer para poner en marcha el magnicidio. Igualmente involucrados se vieron el abogado constitucionalista, Gustavo Tarre; el exdirector de Petróleos de Venezuela, Pedro María Burelli; el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker; el abogado Ricardo Koesling y Robert Alonso, hermano de la artista María Conchita Alonso.

28.08.2014
El Gobierno insistió en que correos electrónicos supuestamente recibidos y enviados desde la dirección electrónica de la dirigente opositora venezolana María Corina Machado demostraban su participación en un complot para asesinar al presidente Maduro. La empresa Google refutó la veracidad de los e-mails.

10.12.2014
Maduro aseguró que exjefes de policía venezolanos radicados en el extranjero habían contratado a un sicario centroamericano para que lo asesinara en Quito durante la VIII Cumbre de UNASUR. Maduro dijo saberlo “todo” sobre el potencial magnicida, pero el caso no ha recibido seguimiento.

2015

23.01.2015
El Gobierno lamentó que tres expresidentes latinoamericanos participaran en el complot para desestabilizar al país, refiriéndose al chileno Sebastián Piñera, al colombiano Andrés Pastrana y al mexicano Felipe Calderón, quienes intentaron –en vano– visitar al dirigente opositor venezolano Leopoldo López en la cárcel militar de Ramo Verde. Maduro también hizo referencia a un nuevo plan magnicida en su contra, coordinado por “un grupo terrorista financiado por el narcotráfico colombiano y la ultraderecha estadounidense”. Maduro alertó que, cuatro días más tarde, los terroristas buscarían asesinarlo en San José, durante la III Cumbre del CELAC. El canciller de Costa Rica, Manuel González, desmintió las declaraciones de Maduro.

12.02.2015
El Gobierno venezolano dijo haber truncado un nuevo plan de desestabilización –el llamado “Plan Azul”– que contemplaba el asesinato del primer mandatario y el uso de un avión artillado modelo Tucano para bombardear el Palacio Presidencial de Miraflores, el canal de televisión Telesur, la sede principal de la Fiscalía General y otros edificios gubernamentales. El Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y el diputado opositor Julio Borges fueron señalados como autores intelectuales de la componenda. Ledezma fue detenido arbitrariamente por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) el 19 de febrero, atizando el temor de la oposición a que Borges fuera el siguiente, previa anulación de su inmunidad parlamentaria.

24.02.2015
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, justificó la detención del Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, alegando que estuvo involucrado en un frustrado plan de magnicidio junto a Leopoldo López –quien acaba de cumplir un año en prisión– y la defenestrada parlamentaria María Corina Machado. La prueba del crimen, a los ojos de Maduro, es un documento publicado el 11 de febrero en el que los tres claman por la formación de un Gobierno de transición para poner coto lo antes posible a la crisis general del país.