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Mundial, prostitución y sexo: ¿fórmula política?

Mirra Banchón4 de abril de 2006

Todo esfuerzo que se haga en contra de la trata de mujeres en el marco del Mundial de Fútbol será poco. Una campaña al respecto lanzada recientemente en Suecia, sin embargo, obedece a fines bastante menos humanistas.

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Para algunos no basta con campañas, hay que boicotear el Mundial.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántas mujeres ingresarán a Alemania para ejercer durante el Mundial de Fútbol la más antigua de las profesiones; menos se sabe cuántas de ellas lo harán obligadas. La cifra se pierde en las penumbras de la ilegalidad. Son variadas y muy serias las campañas que se han lanzado en el marco de la lucha contra la prostitución obligada y la trata de mujeres. Si bien todo esfuerzo que se haga con el fin poner freno a la esclavitud sexual será poco, la campaña lanzada por el ombudsman para la igualdad de oportunidades en Suecia, Claes Borgström, no deja de ser graciosa. O, en su defecto, sospechosa.

En su opinión, boicotear el Mundial de Fútbol de Alemania no asistiendo es lo que debería hacer Suecia, para dejar clara su protesta contra la esclavitud sexual. Según este defensor de las mujeres y la moral se trata de sentar precedentes para todos los grandes eventos por venir.

No acudir es sentar precedente

Borgström considera que Suecia no debería acudir a Alemania 2006 para mostrar su oposición frente al previsible aumento de la prostitución durante la cita mundialista por el gran número de aficionados de todo el mundo que acudirán. "Los burdeles van a tener un déficit de mujeres, por lo que miles de jóvenes extranjeras serán engañadas con promesas de dinero y vivienda y serán obligadas a participar en el tráfico sexual", declaró Borgström.

Suecos sensibilizados

Cabe recalcar que el tema de la prostitución es un punto sensible en la opinión pública sueca, pues la "compra de sexo" está prohibida desde hace siete años. No se penaliza a la prostituta en caso de ser descubierta, sino al consumidor. En Alemania, por el contrario, la prostitución es legal y a nivel europeo, lo que se penaliza en casi todos los países es el tráfico, la trata de mujeres.

En Suecia la prostitución es ilegal. Por ello, Borgström cree que no asistiendo al Mundial, su país dejaría en claro sus principios. Con su propuesta, este ombudsman ha movido un avispero, pues al respecto no hay partido, político, organización o simplemente hincha del fútbol que no tenga una opinión al respecto.

Por su parte, el presidente de la Federación de Fútbol sueca, Lars-Aake Lagrell, se mostró perplejo con la propuesta y acusó a Borgström de populista. "¿Debemos dejar también de comerciar con Alemania? ¿Cortar todas las relaciones comerciales?", ironizó Lagrell.

Lo que hay detrás

Mucho parece indicar que los ciudadanos a quienes Borgström defiende no están de acuerdo con su defensor, pues no por participar en el Mundial en Alemania -país que legalizó la prostitución para combatir la criminalidad en torno al tema- Suecia estaría apoyando la prostitución. La ecuación de Borgström es tirada de los pelos.

El debate, sin embargo, está encendido. Y lo que hay detrás tiene menos que ver con el fútbol que con la campaña para las elecciones de septiembre, se opina en medios alemanes. Apenas entonces se entiende esta proclama, que no persigue, simplemente, llamar la atención. La mezcla de las palabras clave -prostitución, Mundial de Fútbol y sexo- es ideal para captar un amplísimo público.