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¿Protección medioambiental e iglesia?

2 de abril de 2013

¿La protección del clima y la iglesia? El teólogo Markus Vogt dice que ambas van de la mano. Él explica las responsabilidades de la iglesia en la protección medioambiental y las oportunidades que surgen de ellas.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Markus Vogt es profesor de ética social cristiana en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich. Estudió teología y filosofía en Múnich y en Jerusalén. Entre otras cosas, hace estudios sobre cómo se podría garantizar la justicia, la paz y la prosperidad ante el cambio climático, y cómo la iglesia puede contribuir a que esto suceda.

Global Ideas: La protección del medio ambiente y la iglesia no son dos cosas que intuitivamente vayan juntas. ¿A qué se debe esto? ¿Y por qué la Iglesia es el lugar adecuado para el debate sobre este tema?

Markus Vogt: Cuando se trata de temas medioambientales, a menudo se habla en tono de reproche. Y posiblemente muchas personas relacionan a la iglesia más con un sentimiento de culpa que con la búsqueda de soluciones. Incluso la iglesia misma no percibe la protección del clima como un tema necesariamente religioso. Sin embargo, la iglesia sí puede dar ejemplo y formar opiniones. Más de 700 organizaciones religiosas en Alemania participan en el Proyecto de Gestión Medioambiental de acuerdo con las normas europeas, que consiste en ahorrar energía, disminuir la cantidad de basura y comprometerse en la protección de la naturaleza. Además, la iglesia ofrece un buen espacio para la reflexión sobre cuestiones existenciales que deberían plantearse con relación al cambio climático.

¿Qué autoridad tiene la iglesia para responder a estas preguntas existenciales?

El mayor problema que tenemos con el cambio climático es que hoy necesitamos pensar en el futuro. Sabemos que ahora tenemos que invertir en el clima para su protección en el futuro, ya que quien invierta ahora, aunque sea a nivel nacional, lo hace en beneficio de todos. Pero todavía hay sociedades que sobreexplotan la naturaleza. Este es un típico problema moral y ético. En realidad lo que necesitamos es, sobre todo, una solidaridad universal. Como la iglesia es el "actor global” más antiguo, también puede crear una comunidad global, y por tanto impulsar esta solidaridad universal.

¿Puede la protección medioambiental ir demasiado lejos?

Creo que sí. Esto se refleja en la pregunta de hasta qué punto los más pobres tienen el deber de proteger el clima. Considero que es comprensible y justificable que la gente muy pobre diga que para ellos la supervivencia está en primer lugar. Y no es plausible demandar que estas personas protejan el clima y dejen de talar árboles, explotar ciertos terrenos o extraer agua si su supervivencia depende de ello.

Por lo tanto, la lucha contra la pobreza es algo fundamental. Si no eliminamos la pobreza no lograremos proteger el clima en los países ecológicamente frágiles del sur del planeta. Tampoco conseguiremos recibir el apoyo necesario para la protección medioambiental. El problema de las negociaciones mundiales sobre el clima es que básicamente no hemos encontrado ninguna solución realmente sostenible que combine la reducción de la pobreza y la protección del clima.

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La iglesia como formadora de opinión: Si actuara como modelo en el campo de la energía solar, las personas probablemente seguirían su ejemplo.Imagen: Taxiarchos228 / Licence Art Libre
Markus Voigt
Markus Vogt es catedrático de ética social cristiana en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich.Imagen: DW / Gianna Grün

A pesar de que se busca un compromiso, al final las directrices de protección medioambiental son socavadas por una actitud de "si tenemos la riqueza entonces también podemos encargarnos de la protección del medio ambiente y el clima". Pero entonces ya es demasiado tarde. Por eso es importante tomar en cuenta desde un principio los aspectos ecológicos y sociales. Y este es un enfoque que la religión puede aportar, puesto que no solo se trata de la naturaleza, sino también de la relación del hombre con la naturaleza.

Entonces, ¿cómo se plantea la relación entre el hombre y la naturaleza desde un enfoque eclesiástico?

Evidentemente, es una visión integral y sostenible. La Iglesia estuvo entre los que acuñaron el concepto de sostenibilidad. Por ejemplo, en 1974, el primer Programa Global de Sostenibilidad (“Sustainable Society”, “sociedad sostenible”) fue establecido por el Consejo Mundial de Iglesias. Éste, a su vez, se basó en el concepto de desarrollo integral (la Encíclica "Populorum Progressio" de 1967).

Vorführung eines Solarkochers in Indien
La protección del clima solamente podrá funcionar en los países pobres si las soluciones son factibles y de bajo coste.Imagen: Elisabeth Pongratz

Ambas nociones se han incorporado en las políticas de las Naciones Unidas, en base a las cuales más tarde surgió el principio de la sostenibilidad. La base ética de la Declaración de Río surgió a raíz de una iniciativa propuesta por las comunidades religiosas (Carta de la Tierra). Muchas personas, incluso dentro de la misma iglesia, ni siquiera saben que este fue uno de los grandes momentos de influencia de los actores religiosos y sus impulsos intelectuales.

¿Cree usted que el cambio climático alterará la religión o la forma de la fe?

Yo lo formularía con más cautela. El cambio climático nos obliga a plantearnos preguntas religiosas de una forma distinta: ¿Cuál es nuestra posición en la naturaleza, en el mundo, en el cosmos? ¿En qué marco del tiempo actuamos y pensamos? Considero este aspecto medioambiental como una increíble oportunidad para colocar los temas religiosos tradicionales en un contexto para que la religión sea algo palpable, como una respuesta a los problemas de nuestra sociedad de hoy.

Estamos en proceso de destruir los cimientos de nuestra civilización debido al cambio climático originado por el hombre mediante los cambios en la explotación del suelo y las modificaciones a las reservas hídricas. Entonces, ¿qué es lo que nos hace capaces de lograr reformas? ¿Qué es lo que nos da esperanza? ¿Qué es lo que hace posible un futuro viable más allá de nuestra propia existencia individual?

El cambio climático nos lleva a plantearnos preguntas existenciales, religiosas, quizás también inesperadas, en el contexto del medio ambiente. ¿Es la naturaleza una colección de recursos destinados a ser explotados por los seres humanos? ¿O es la naturaleza el icono de los recursos? ¿Cuál es el valor intrínseco de la naturaleza?

Será interesante ver cómo estos interrogantes se plantean de nuevo, juntamente con la riqueza de las tradiciones que tenemos en la religión cristiana, como puente hacia otras religiones.

Queremos creer y esperamos que las conferencias sobre el clima proporcionen un resultado útil, no solamente en el sentido puramente religioso, sino también en la vida cotidiana.

Básicamente, esperamos algo de las conferencias sobre el clima que ralmente no puede ser: crear un tratado y así salvar el mundo rápidamente de una vez. No se trata de algo que se pueda resolver mediante una acción legislativa, sino más bien de nuestro concepto de modelo de prosperidad, de nuestra visión de futuro y de progreso. Es una cuestión de cómo están construidos los valores de la sociedad en general. En ese sentido, la política es la responsable de crear el marco jurídico adecuado. Los políticos solamente pueden elevar a rango de ley aquellos paradigmas que están cambiando en la sociedad, pero no pueden ser los impulsores iniciales de estos cambios.

Considero que es una tarea singular de la teología y la religión el ayudar a mantener las expectativas en dimensiones realistas. Además, también hacer una crítica ideológica con el fin de mostrar cómo las promesas ecológicas son sutilmente relacionadas con esperanzas exageradas.

Barack Obama in Kopenhagen / Klimakonferenz
Conferencias sobre el clima: Solamente si las estrategias de reducción de la pobreza y de protección del clima van de la mano se podrá detener el cambio climático.Imagen: AP

Si las iniciativas deben venir de la sociedad, posiblemente también de la Iglesia, y como usted mencionó al principio, además tiene que haber una solidaridad universal, ¿considera usted que las diversas religiones deben impulsar juntas la protección medioambiental?

Por supuesto. Porque es el planeta que compartimos. Y solamente si logramos coordinar el trabajo, tendremos éxito en la protección medioambiental. Esto no solamente se aplica a nivel político, sino también en el plano cultural. Y esta cooperación cultural se puede incorporar en un discurso interreligioso. Los conflictos por los escasos recursos se van a dar, o mejor dicho se intensificarán. La religión a menudo es motivo de conflictos o es un factor de escalamiento de conflictos, por lo que una tarea importante de las religiones es la de enseñar de antemano a sus seguidores a solucionar conflictos y a construir puentes de entendimiento.

Entrevista: Gianna Grün / CS
Editora: Lydia Aranda Barandiain

Symbolbild Religionen
A menudo, la religión es causante o amplificadora de conflictos. La lucha conjunta contra el cambio climático podría significar una oportunidad para nuevos puentes de entendimiento.Imagen: picture alliance/Godong/Robert Harding