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Martina Kiphardt, la mercadóloga

31 de julio de 2010

Ya sea en un bar, o con sus clientes, la mercadóloga Martina Kiphardt tiene don de gentes, tanto en lo profesional como en el ámbito privado.

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Martina Kiphardt.

El bar „Fietes“ en Hattingen Essen, es la segunda morada de Martina Kiphardt. Ahí se ha hecho de muchas amistades en los últimos 20 años. "Vine la primera vez cuando tenía 15 años y tomé un chocolate caliente con crema, me senté en aquella esquina y estaba orgullosa de poder estar aquí", recuerda Kiphardt mientras visitamos este local en el casco viejo de Hattingen. "Después llegó el día en el que mi madre me dijo que si quería ropa de marca tenía que ir a trabajar."

Así es como obtuvo su primer trabajo en „Fietes“. Mientras tanto es una mercadóloga exitosa. Pero le sigue gustando ir un par de veces a la semana a su local para platicar con sus conocidos. Ahí esta el abogado junto al entrenador ecuestre, un desempleado y un diseñador. Martina Kiphardt va a platicar sobre asuntos que no tienen nada que ver con su trabajo, fuma cigarrillos y bebe una cerveza o un jugo de manzana.

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Así se ve la cocina de una mercadóloga.Imagen: Kate Bowen

La llave de su segunda casa

Puesto que es cliente asidua, fue empleada y además es buena amiga del dueño, Martina disfruta de ciertos privilegios. Así por ejemplo cuenta con su propia llave. Esto no sólo resulta muy práctico para ella sino también para el dueño Fite. Martina dice sonriente, „ si pierde la suya le presto la mía“. "Siempre es un sentimiento tranquilizador saber que tengo una segunda llave para mi departamento."

A diferencia de las oscuras alfombras y las paredes de madera del „Fietes“, el departamento de Martina es moderno, tiene mucha luz. Pero Martina no tiene mucho tiempo ni para una ni para la otra morada, pues su trabajo de mercadóloga de una agencia de Essen le ocupa mucho tiempo. Las jornadas de ocho horas son un lujo poco conocido para la mercadóloga.

La clientela de Kiphardt es como la del „Fietes“ y va desde los futbolistas del equipo Schalke 04 de la Bundesliga hasta el área de turismo.

¡Se habla mucho, pero no tonterías!

A Kiphardt le gusta comunicarse tanto en el ámbito profesional como privado. Pero lo que dice tiene sentido. "Tengo un lema: la gente puede confiar en lo que digo", dice Kiphardt sobre si misma. "Especialmente en el ámbito del trabajo siempre cumplo lo que prometo a mis clientes." La confianza es para ella una característica típicamente alemana.

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La mercadóloga aún visita el sitio donde alguna vez trabajó.Imagen: Kate Bowen

Y son justamente estas características de Martina Kiphardt las que convencieron a su jefe Hubert Claves. Al principio, en su periodo de prueba, le parecía que se „esforzaba demasiado“, parecía estar siempre muy ocupada. Después del periodo de prueba Claves analizó la situación con ella y se dio cuenta de que „realmente se ocupaba de los temas y es eso lo que me convenció“.

Más bien nerviosa

Martina Kiphardt se califica de „nerviosa“. Sus preferencias musicales lo evidencian. Sus favoritos van desde la música clásica de Mozart hasta la música de Marilyn Manson. "Cuando voy al trabajo escuchó un poco de música agresiva para despertar“, explica Kiphardt, "y cuando regreso a la casa escucho baladas."

Decide espontáneamente si opta visitar a su novio en el departamento compartido o mejor ir a Fiete.

Autora: Kate Bowen

Editor: Enrique López