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La estilista - Marion Esser de Colonia

17 de julio de 2010

Los estilistas y peluqueros prestan un servicio especial: mientras que lavan, cortan y peinan a sus clientes se genera una relación muy cercana. Les presentamos a la estilista de Colonia, Marion Esser.

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Marion Esser.

06:30 el primer peinado

El día de Marion Esser comienza frente al espejo. En el baño seca sus rubios caireles. Puesto que es cosmetóloga el maquillaje no le cuesta mucho trabajo. Pero también hay días en los que no se maquilla, explica Marion Esser: "Sólo me maquillo para el trabajo en el salón. En mis vacaciones nunca me maquillo."

Esta mañana impera calma en la casa Esser. Son vacaciones, la estilista no tiene que sacar a sus dos hijas de la cama. De lo contrario su esposo tendría que llevarlas a las siete y media al colegio. "Me gustaría tener más tiempo para mis hijas, para poder apoyarlas en la escuela," suspira la madre. Pero lo que le hace falta es tiempo y unas vacaciones largas.

Antes de salir Marion Esser se pone su ropa de trabajo. En el salón se viste siempre de negro. ¿Por qué? „Nuestros clientes son los reyes y por lo mismo las estrellas. Nosotros tratamos de mantenernos en un segundo plano“, explica la estilista. Sonríe y agrega: „Es perfecto porque además no se ven las manchas en la ropa.”

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Hablando de todo y un poco mas.Imagen: DW

08:30 En el salón

Diez minutos le toma la ida en coche desde su casa al salón. Puesto que es la jefa permanece aquí todo el día conjuntamente con su esposo.

A las nueve en punto comienza el trabajo con el primer cliente. Un joven amable y hablador se deja cortar el cabello. Posteriormente tiene algunas clientas que se dejan hacer un tinte. Con una sonrisa amable sostiene conversaciones con sus clientes. “Hablamos sobre nuestros hijos e intercambiamos experiencias. A veces hablamos simplemente sobre el tiempo.”

Una clienta quiere pintarse el cabello y le pide asesoría a Marion Esser sobre el color que mejor le combina. Marion mezcla los colores. Con un pincel especial y un peine para tintes divide en triángulos el cabello de la clienta y le aplica el tinte.

Marion Esser también se encarga de la caja registradora y obviamente también controla a sus trabajadores. Aunque es la jefa no le molesta hacer cualquier trabajo. „No me molesta barrer“, sonríe.

Ayuda a sus clientes a quitarse los abrigos y „les traigo el periódico o un café", cuenta la estilista. „Muchos de mis clientes vienen desde hace muchos años".

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Concentración total.Imagen: DW

02:00 termina el trabajo

Generalmente Marion Esser se queda en el salón hasta las seis de la tarde. Pero los viernes el salón cierra a las dos.

En una tienda cercana la mujer, católica creyente, compra pescado y papas. „Los viernes comemos siempre pescado. Sólo hacemos una comida elaborada por la noche“.

Posteriormente va con sus hijas a patinar. "Comencé a patinar sólo por mis hijas. Ahora soy la que más patina y siempre tengo que motivarlas a moverse y acompañarme a ir a patinar“, platica sonriendo.

Patinar es sólo uno de sus pasatiempos, también le gusta leer pero sobre todo pintar. „Si hubiera ido a la preparatoria habría estudiado posteriormente arte y habría sido pintora. ¡Seguro!"

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Creatividad y esfuerzo por lograr la perfección- así se caracteriza Marion Esser.Imagen: DW

04:00 llega a casa

Cuando llega a casa revisa el correo. „Todas las cuentas se las paso a mi esposo. Abro mi correo. Pocas veces recibo cuentas. No me gustan, pero qué hacer, hay que pagarlas“ dice.

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Rezar antes de comer es una tradición familiar.Imagen: DW

6:30 en la cocina

Marion Esser trabaja en la cocina. Pela las papas, las pone a hervir y se alegra de la cena conjunta con su familia.

La familia se reúne a cenar. Rezan antes de comer, se toman de las manos y se desean buen apetito. Rezar antes de tomar los alimentos es una vieja tradición en su familia. „Rezamos antes de comer y a veces también después, pero por lo general olvidamos hacerlo después de los alimentos“, dice Marion Esser y ríe.

Autor: Ali Almahklafi

Editor: Enrique López