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Maremoto: la pugna por la comida y el agua

Agencias / pk30 de diciembre de 2004

Millones de personas a lo largo del Océano Indico pugnan por un poco de comida y agua potable, mientras epidemias y enfermedades acechan a los sobrevivientes del peor maremoto de la historia.

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Un habitante de Nagappattinam, en el sur de la India, vuelve a su hogar. Los mayores problemas ahora son la falta de comida y agua y las epidemias.Imagen: AP


Varios países ha enviado equipos de rescate, alimentos y prometieron millones de dólares a las naciones más afectadas, entre las que se encuentran Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia, para ayudar a paliar los efectos del peor desastre natural del siglo.

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Muerte y destrucción en Banda Aceh, Indonesia.Imagen: AP


"Localidades enteras han sido arrasadas. No se trata sólo de distribuir alimentos y agua. Pueblo enteros deben ser reconstruidos desde la nada. Todo ha sido destruido", declaró el responsable del equipo de ayuda de Canadá, Rod Volway, uno de los primeros grupos de asistencia humanitaria en llegar la la norteña provincia indonesia de Aceh.

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También en el sur de la India se viven escenas desgarradoras.Imagen: AP

Miles de cuerpos en estado de descomposición fueron enterrados en fosas comunes. El agua contaminada, la destrucción de los sistemas cloacales y las enfermedades amenazan ahora a los sobrevivientes de la catástrofe, originada el domingo por un terremoto submarino de 9,0 grados de magnitud en la isla indonesia de Sumatra.

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Foto de satélite: la aldea de Kaluntara, Sri Lanka, antes y después del maremoto.Imagen: DigitalGlobe

Cinco millones de personas sin qué vivir

El mayor operativo de ayuda de la historia debía enfrentarse con la enormidad de la tarea. La comunidad internacional prometió 220 millones de dólares y envió embarcaciones con cientos de toneladas de provisiones.

"Posiblemente hasta cinco millones de personas no tengan acceso a aquello que necesitan para vivir", dijo David Nabarro, director del equipo de crisis sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "O no pueden obtener agua, o su sanidad es inadecuada, o no pueden obtener comida".

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Destrucción en las islas Andaman y Nicobar, archipiélago de la India en el Mar Indico, de baja altura y por ello muy afectadas.Imagen: AP

El dolor dio paso al enojo entre los familiares de las víctimas, que perdieron sus hogares y comenzaban a preguntarse por qué la ayuda tardaba tanto en llegar.

México se sumó a las tareas de asistencia y envió a Indonesia un grupo de los llamados "Topos de Tlatelolco", una brigada especializada en rescate de personas y cadáveres que nació tras el terremoto que azotó a la capital mexicana en noviembre de 1985.

Temor a las epidemias

Las autoridades sanitarias advirtieron que una segunda ola de muerte podría afectar a los sobrevivientes por la aparición de enfermedades como cólera y fiebre tifoidea causadas por el agua y los alimentos contaminados.

En la provincia de Aceh, Sumatra, una de las zonas más castigadas, la gente se quejaba porque la ayuda llegaba en cuentagotas pese a la montaña de productos acumulados en el aeropuerto local. Las autoridades adjudicaron el problema a la pobre coordinación con el ejército.

"Aquí no hay comida. Necesitamos arroz, combustible, medicamentos. Hace dos días que no como", dijo Vaiti Usman, una mujer de unos 30 años, mientras los equipos de ayuda comenzaban a llegar a la ciudad indonesia de Banda Aceh.

En la localidad de Ampara, en Sri Lanka, los habitantes organizaban por sí mismos las tareas de ayuda, recorriendo las calles con megáfonos para pedir a la gente que done agua potable, cacerolas, y otros utensilios.

Un tercio de las víctimas son niños

Funcionarios de la ONU dicen que hasta un tercio de las víctimas podrían ser niños. El coordinador de Ayuda de Emergencia de las Naciones Unidas, Jan Egeland, dijo en Nueva York que los trabajadores humanitarios había alcanzado la mayoría de las áreas afectadas.

"Tal vez lleve entre 48 y 72 horas más poder asistir a las decenas de miles de personas que quisieran recibir ayuda hoy. Pienso que la frustración irá en aumento en los próximos días y semanas", dijo Egeland.

El número de muertos en Indonesia, Sri Lanka, Tailandia y el sur de la India ha adquirido proporciones colosales. Cientos de personas murieron en Las Maldivas, Mianmar, Malasia y más de 130 perdieron la vida en el este de Africa.

Miles de turistas extranjeros de vacaciones en la zona, principalmente en Tailandia, estarían entre las víctimas y muchos de ellos permanecen desaparecidos. El número de muertos alemanes puede llegar a mil. Ése es por lo menos el número aproximado de desaparecidos hasta ahora.

¿Dónde están los desaparecidos?

Sólo se tiene la esperanza de que muchos de ellos hayan regresado a Alemania sin registrarse en ningún lado. Pero lo más probable es que hayan fallecidos. El mar se llevó muchas personas. Además, para evitar epidemias, muchos cadáveres son enterrados sin identificar.

El mayor número de muertos se registró en Indonesia, donde se estima actualmente en más de 45.000, pero temiéndose que llegue a 80.000. En la capital provincial, Banda Aceh, el hedor de los

cuerpos invadía el aire tres días después de que se produjera el tsunami, que al desplazarse desde el epicentro del sismo a 500 kilómetros por hora tomó a todo el mundo por sorpresa.

Dos sismos más leves registrados el miércoles por la noche pusieron aún más nerviosos a los habitantes de Banda Aceh, y muchos optaron por dejar sus casas o los albergues donde permanecen refugiados, prefiriendo dormir al aire libre.

Relatos del espanto

Los sobrevivientes realizaron en shock aún relatos del espantoso momento del tsunami, que llegó a 10 metros de alto, alcanzó ciudades y centros turísticos y absorbió turistas mar adentro. El agua se alzó entre los edificios, se llevó automóviles e hizo descarrilar un tren.

"El agua era demasiado fuerte", dijo Surya Darmar, quien yacía el miércoles sobre un catre militar afuera de la sala de emergencia de un hospital militar en Banda Aceh, con una pierna fracturada y el cuerpo cubierto de cortaduras. "Abracé a mis hijos todo el tiempo que pude, pero el agua se los llevó".

En la India, las autoridades estimaron que el número de muertos ascendería a 12.500, con 7.000 confirmados hasta el momento y emitieron una alerta de un nuevo tsunami para las áreas afectadas, desatando el pánico de la población. Pero hasta ahora la ola gigante no ha vuelto.

En Tailandia los funcionarios dijeron que el saldo de muertos había superado los 1.800 casos, pero que temían que hasta 3.000 personas hayan muerto en el balneario de Khao Lak, un destino popular entre los turistas europeos.