Manipulación y apuestas amenazan al fútbol europeo

Las apuestas ilegales, la manipulación de partidos y la venta clandestina de boletos para encuentros de especial relevancia son, de acuerdo con las autoridades europeas, dos de las mayores amenazas con las que el crimen organizado desafía al balompié del continente. Por ello, la reforma estructural al sistema de competencia debe contemplar mecanismos para combatir a éstos y otros fenómenos relacionados con la criminalidad organizada, y presentes en el fútbol.

Acción coordinada

A principios de mayo, la policía británica y la UEFA anunciaban una acción coordinada para emprender una batalla específica dentro de una lucha que será mucho más larga. Ambas instancias enviaron "cartas de advertencia a diversas compañías e individuos que ofrecen entradas para partidos relevantes de la UEFA, como la final de la Champions League, a fin de que se desistan de inmediato de ofrecer tales boletos a la venta."

En el documento, recordaban que "desde abril de 2006 existe una normativa según la cual está prohibido y penado, tanto en Inglaterra como en Gales, que personas no autorizadas vendan boletos para un encuentro específico. Del mismo modo, es ilegal cualquier oferta en este sentido a través de Internet, así como la venta de boletos supuestamente parte de un paquete de servicios."

Los "partidos específicos" a los que se refería la carta incluían absolutamente todos los encuentros de la Copa UEFA, la Champions League, y la Eurocopa 2008. La UEFA hacía constar en la misiva que registró casos recientes de abusos con miras a la final de la Champions League, que se celebró el 23 de mayo en Atenas.

De no actuarse pronto en contra de las crecientes redes de venta irregular de boletos, "se pone en peligro la seguridad de los aficionados y se corre el riesgo de que se produzcan alteraciones importantes a la seguridad y el orden público", advertía el documento.

También el Parlamento Europeo

La carta de la UEFA es reflejo de un fenómeno mucho mayor, que ya ha sido detectado por la clase política del continente. El Parlamento Europeo, en específico, parece decidido a tomar cartas en el asunto. En su Informe sobre el futuro del fútbol profesional en Europa, expedido en febrero de este año, el cuerpo legislativo considera que muchas actividades criminales que rodean al fútbol europeo, "como la manipulación de partidos y otras formas de corrupción", son resultado "de la espiral de egresos, la inflación de los salarios, y la ulterior crisis financiera de los equipos."

Por ello, los parlamentarios europeos manifiestan su beneplácito por las medidas que las federaciones nacionales y europeas adopten en la batalla contra la criminalidad. Asimismo, "aconseja diseñar y expedir medidas concretas para combatir las formas de ilegalidad en el fútbol, incluyendo el lavado de dinero, las apuestas ilegales, el dopaje y la manipulación de partidos, lo mismo que la prostitución forzada en torno de grandes acontecimientos de este deporte."

Los diputados también consideran que la violencia en los estadios europeos y fuera de ellos es otro problema preocupante. Aunados a la criminalidad, a la cual los parlamentarios dan trato aparte, tales fenómenos pueden ser combatidos "a través de la colaboración entre clubes, asociaciones y grupos de aficionados."

Los diagnósticos dan un perfil claro de cuáles son los aspectos en los cuales el crimen organizado representa una amenaza para la competencia futbolística. Y si no para ésta, sí para los jugosos negocios lícitos que suscita.