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Bolivia y los niños que trabajan

Mirra Banchón28 de mayo de 2015

Una delegación del Movimiento Latinoamericano de Niñ@s y Adolescentes Trabajadores, en una audiencia en el Parlamento Europeo, pone su experiencia a favor de la controvertida ley de Bolivia, que pretende protegerlos.

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Lourdes Juana Cruz, Juan Pablino y Betzandra González del Movimiento Latinoamericano de Niños, niñas y adolescentes TrabajadoresImagen: DW/M. Banchón

Lourdes Juana Cruz comenzó a trabajar a los diez años como ayudante de cocina. “Ahora tengo mi propio taller de confección y reparación. Estudio trabajo social”, cuenta en Bruselas esta joven boliviana que integra el Movimiento Latinoamericano de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores.

"No quieren sacarse la venda de los ojos. Aunque se lo prohíban hay niños trabajadores.La necesidad de la gente no tiene edad´", dice a DW esta joven (17 años) que pone su experiencia a favor de defender el controvertido artículo 129 de la ley 548 de su país.

En contra de los 14 años mínimos que estipula el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Bolivia permite a los niños trabajar por cuenta propia a partir de los diez; por cuenta ajena a partir de los doce.

Lateinamerikanische Bewegung Arbeitender Kinder und Jugendlicher
Audiciencia en Parlamento Europeo, Bruselas, mayo 27Imagen: DW/M. Banchón

Los que critican la ley la ven como puerta al absentismo escolar. Los que la apoyan subrayan su aporte a visibilizar y controlar el fenómeno, originado en condiciones económicas muy duras. También en usos culturales ancestrales.

"Es un esfuerzo por equilibrar leyes y realidad. No se trata de enviar a los niños a trabajar", explica René Fernández, embajador ante la UE, “se trata de protegerlos mientras el pais cambia las condiciones que llevan a que tengan que hacerlo”.

“No creemos que el trabajo sea malo sino sus condiciones. No nos dan trabajo porque no está permitido por la ley, pero muchos necesitan el dinero para ayudar a su familia. Hay personas que se aprovechan”, cuenta Betzandra González de Venezuela. Esta adolescente de cuarto año de secundaria comenzó a los ocho a vender helados en el mercado.

En aras de erradicar el fenómeno Ecuador, Paraguay y Colombia han hecho redadas. Juan Pablino (16) de Paraguay opina: “sólo han logrado criminalizarnos”, dice. Desde los ocho trabaja; lustra botas en la Terminal de Asunción. Asiste a la escuela vespertina.

“La mitad de lo que gano es para mis padres”, dice subrayando que la educación en su país no es gratuita y que de sus nueve hermanos, cuatro viven en casa.

Una cita en Ginebra

La Comisión de expertos de la OIT ha instado al gobierno boliviano a cambiar su ley. Según informó a DW la oficina regional de la OIT, se espera que presente información detallada en la conferencia que tendrá lugar en Ginebra entre el 1 y el 11 de junio.

"El problema es que el código de Bolivia rompe con lo acostumbrado desde hace 150 años.”, dice Manfred Liebel, catedrático alemán, que asesora a niños trabajadores de América Latina y otros continentes.

Lateinamerikanische Bewegung Arbeitender Kinder und Jugendlicher
Imagen: DW/M. Banchón

Según Liebel, aunque hablan de avances, la prohibición de la OIT está lejos de conseguir la meta de erradicar toda forma de trabajo infantil hasta el 2020.

“Bolivia está orgullosa de este enfoque realista”, concluye Liebel. “Pero le es muy difícil conseguir apoyo. El problema es que el ministerio de Trabajo está financiado en buena parte internacionalmente y la Unión Europea se orienta mucho en el juicio de la OIT”, concluye Liebel que acompaña a los jóvenes en su gira y en su visita a Ginebra.