Los animales: amigos y terapeutas

Los perros pueden ayudar allí donde otros terapeutas ya no pueden hacer demasiado. Estos amigos de cuatro patas logran que muchos recuperen la sonrisa y la confianza perdidas, por ejemplo, en pacientes en hogares para ancianos. Este fin de semana, un simposio en Hanóver se dedica a analizar las ventajas de las terapias con apoyo animal..

Aunque aún no hay pruebas irrebatibles de que las terapias de apoyo con animales son eficaces para tratar ciertas enfermedades, está claro que vivir con animales domésticos es bueno para la salud física y emocional. Según estudios, los gatos y los perros tienen un efecto positivo que beneficia al corazón y al sistema circulatorio, ya que permiten que sus dueños resistan mejor el estrés.

Los animales domésticos no juzgan ni dan consejos, al contrario de otros seres humanos. Así se explican los psicólogos el efecto positivo que tienen sobre los pacientes. Las mascotas ayudan a los niños a aumentar su autoestima y a expresar sus sentimientos. Las terapias con perros son, a menudo, empleadas en niños con discapacidades, como por ejemplo en Rusia.

La equitación terapéutica consiste en andar a caballo, pero el animal se adapta a las necesidades de personas especiales, con, por ejemplo, problemas físicos. Los impulsos de movimiento del caballo se transmiten al cuerpo del paciente y relajan tensiones.

Los tratamientos con llamas se ofrecen también en algunas granja terapéuticas de Alemania. Por ejemplo, en el Rancho Orenda, en Burglauer, Baviera. “Las llamas son ideales para personas que sufren de miedos, dado que perciben si alguien se siente inseguro”, dice la fundadora del Orenda Ranch, Birgitt Appel Wimschneider. Las llamas son animales curiosos y confiados.

La Universidad de Rzeszóv, en Polonia, importó 38 alpacas de Chile para tratar a niños con dificultades. Al observarlas, desaparece toda duda de la eficacia de esta terapia: su apariencia ya hace que mejore nuestro humor.

Una vez por mes, los pacientes con problemas psiquiátricos de Hanóver viajan con sus terapeutas al Parque Serengeti, en el Brezal de Luneburgo, para, por ejemplo, darles de comer a las jirafas. Los investigadores de la Universidad de Medicina de Hanóver dicen que los visitantes liberan sus emociones reprimidas al entrar en contacto con esos animales.

En el Parque Serengeti, los pacientes también pueden acariciar a lémures de Madagascar. Los investigadores de Hanóver los acompañan en el marco de un estudio de cinco años, y con el cual quieren descubrir si estos animales exóticos realmente ayudan a sanar a pacientes con problemas psíquicos de forma duradera.

Entre las terapias de apoyo con animales se cuentan las terapias con delfines, la favorita de muchos niños, pero que es objeto de críticas. Algunos psicólogos piensan que no reporta beneficios al paciente, y que incluso puede ser peligrosa. Protectores de animales advierten que muchos delfines son atrapados cruelmente en Japón, y que sufren traumas por eso.

Para los seres humanos, jugar con ballenas beluga puede ser algo inolvidable, pero, según los defensores de los animales, ese tipo de terapia debería estar prohibida. Aseguran que estos animales del Ártico no toleran el agua cálida de los natatorios, y que hasta mueren antes de tiempo a causa de ello.

Perros y gatos hay por montones, y en todo el mundo. Y la mayoría de estos animalitos domésticos buscan y necesitan la compañía humana. ¿Por qué recurrir a delfines y ballenas si se puede tener un perro o un gato?