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¿Son los alemanes ahorradores?

Peter Zudeick/Rosa Macías4 de diciembre de 2012

Nadie es tan ahorrador como el alemán. Sobre todo, los suabos, del sur germano, son considerados austeros. Peter Zudeick dedica su columna a dicho tema.

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Imagen: picture-alliance/chromorange

Hay que dejar una cosa clara: el alemán es ahorrador, pero no avaro. La avaricia es la otra cara de la codicia, y los alemanes no quieren ser tachados de codiciosos. Los escoceses son agarrados, quizás los franceses también. Al fin y al cabo, el francés Molière fue quien llevó la representación clásica del avaro al escenario. La avaricia es exageración. El ahorro es conservar: tratar con mesura el dinero y los bienes. „Ahorra en el tiempo y tendrás en periodos de necesidad“, dice un refrán. O también: „El ahorro y el afán engrandecerán las casas.“

El buen padre de casa, como símbolo del alemán aburguesado, es sobre todo una cosa: ahorrador. Él procurará que se saque el último miligramo de pasta dentrífica del tubo, si es necesario cortándolo. Él entrena con su familia el uso del jabón líquido: gota a gota. Él prestará atención para que las lámparas no funcionen más de lo necesario y, mientras la familia se enjabona el cuerpo, cierre el agua del grifo. No es una exageración. Mi madre, yo procedo del Bergisches Land, cerca de Colonia, cortaba las bolsas de la leche, porque no podía quedar nada dentro ante de tirarlas a la basura.

Symbolbild Geiz ist geil Discounter in Frankfurt
Más barato, anuncio de un supermercado con precios económicos.Imagen: AP

El ahorro, naturalmente, no es un descubrimiento alemán. Ya los romanos lo consideraban una virtud, el ahorro de los suizos es proverbial, el de los holandeses, también, pero en los alemanes, en cierto modo, está filosoficamente corroborado: „El ahorro en todas las cosas es la actuación sensata de una persona justa“, dijo el filósofo Immanuel Kant. Es decir, ahorrar no es solo un gesto de inteligencia vital, de sensatez económica, sino un acto de rectitud. En este sentido, Martin Luther explicó: „El céntimo ahorrado es más honrado que el adquirido.“

La austeridad de los suabos es una cualidad bastante arraigada. ¿Cómo se descubrió el alambre de cobre? Dice un chiste conocido. Respuesta: „Dos suabos halando al mismo tiempo de un céntimo“. La broma también funciona con los escoceses. „ ¿Qué es un perpetuum mobile, o móvil perpetuo? Un escocés que corre continuamente tras un suabo porque éste le debe 10 céntimos.“ Naturalmente no es chistoso, ya que un suabo no es ni más ni menos ahorrador que un prusiano, o alguien del norte de Alemania o de Baviera. A todos los germanos les une la aversión hacia el despilfarro y los excesos. El derroche es algo del sur.

La influencia del sur europeo se puede apreciar claramente en Renania: los renanos no tienen mucha fama de ser de confianza, se les tilda de algo imprudentes y que tienden a vivir la vida sin preocupaciones. Y no solo en carnaval. Colonia, por ejemplo, se hace llamar la ciudad más al norte de Italia. Como siempre, también hay excepciones incluso en Alemania.