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La guardia costera libia cuenta con ocho botes para cubrir 1700 kilómetros de costa. Su comandante se queja de que Europa los ha abandonado a su suerte. Los hombres que capturan en la costa proceden de Senegal, de Níger, de Chad. Libia es una estación de paso para refugiados, aunque también constituye, de hecho, un destino. En la fábrica de acero de Misrata trabajan muchos nigerianos. Pero cuando no hay trabajo en Libia, aumentan los intentos de llegar a Europa.