Las playas urbanas más lindas de Europa

La idea nació en París y se propagó por toda Europa. En 2002 abrió por primera vez "Paris Plages", brindando a quienes no habían podido salir de viaje la posibilidad de disfrutar de la sensación de estar de vacaciones. Cada año las calles que bordean el Sena se cierran al paso de los autos desde mediados de julio hasta mediados de agosto, transformándose en un paseo familiar, con playa.

Barcos de contenedores y grúas no son lo que se suele asociar con un día de playa. Pero en ninguna parte el puerto es tan propio del encanto de una ciudad como en Hamburgo. Su playa tiene un estilo propio: tendido en una reposera con un cóctel en la mano, uno puede disfrutrar allí de la vista del Elba y relajarse.

La playa de Ámsterdam llama la atención por sus variadas facetas. Terrazas de madera junto al agua, un pabellón flotante y una playa de arena se extienden entre el Centro de Congresos RAI y el Parque Beatrix. El lugar es especialmente apreciado para celebrar grandes fiestas, pero también atrae a los ciudadanos que solo quieren disfrutar de su atmósfera.

Berlín tiene varias playas, pero solo una promete una experiencia especial de natación: en el "barco-piscina" se puede nadar mirando la torre de telecomunicaciones. El antiguo bote remolcador fue convertido en una piscina que flota en el río Spree. Durante el invierno se transforma en un sauna, gracias a un techo especial.

¿Qué tiene que ver un bar playero con el presunto inventor de la tarjeta postal? El "Bar Herrmann", de Viena, comparte el nombre con Emanuel Herrmann. Con motivo del 102 aniversario de su nacimiento, desde allí se podía mandar postales gratuitamente. Para todos aquellos que se preocupan de su estado físico, los domingos de ofrecen clases de yoga gratis en la playa junto al canal del Danubio.

En la playa de Bruselas, "Bruxelles Les Bains", no sólo se toman baños de sol; también se practican deportes. Se puede elgir entre múltiples actividades, como jugar al fútbol, escalar o bailar. Durante el día se ofrecen talleres y espectáculos de magia para los niños. Y por la noche hay conciertos y fiestas para los adultos.

A 689 kilómetros del nacimiento del Rin queda la playa de Colonia: "km 689 – Cologne Beach Club". Desde la orilla derecha del río se tiene una excelente vista de la catedral de Colonia. La playa, con sus 3.500 metros de superficie y 1.100 toneladas de arena, ofrece lugar para miles de visitantes.

Sí, todavía estamos en Europa: Fisketorvet, el balneario de Copenhague, es conocido también con el nombre de "Copencabana". Es cierto que no tiene mucho parecido con la famosa playa de Río de Janeiro, pero de todos modos vale la pena visitarlo. En pleno corazón de la ciudad, uno puede allí zambullirse en el agua, que tiene 6 metros de profundidad, o simplemente tenderse a tomar el sol.