Las escuálida ganancias del Deutsche Bank

Los tiempos ya han perdido el color de rosa de antaño para la banca. También para el Deutsche Bank. Así quedó de manifiesto una vez más al conocerse el magro resultado obtenido por el principal banco privado alemán en el tercer trimestre del presente año: apenas 51 millones de euros. A modo de referencia, cabe recordar en el mismo período del año anterior se elevaron a 754 millones.

“Peanuts”, podría decirse de las nuevas cifras, recordando la imagen que utilizó un antiguo jefe del instituto crediticio (Hillmar Kopper) en 1994, minimizando los daños que había ocasionado una quiebra inmobiliaria de la época y que se cifraron en unos 50 millones –claro que en ese tiempo se trataba de marcos alemanes-.

Cierto es que el banco no ha caído en números rojos, pero la cifra de 51 millones de euros suena a realmente a nimiedad y asustó por un momento a los inversionistas. Los títulos del Deutsche Bank cayeron perceptiblemente en la bolsa, pero pronto se recuperaron. Y eso es un indicio de que al banco, después de todo, no le va tan mal.

Riesgos judiciales

Uno de los principales motivos que mermaron las ganancias del Deutsche Bank fue que hubo que destinar grandes cantidades a un fondo para hacer frente a posibles pugnas jurídicas derivadas, por ejemplo, del estallido de la burbuja inmobiliaria estadounidense. El banco reservó ahora 1.200 millones de euros para cubrir riesgos judiciales, acumulando ya más de 4.000 millones para eventuales derrotas ante tribunales.

Ese peligro sigue estando presente. Ayer (29.10.2013), sin ir más lejos, el Deutsche Bank se libró por poco de una demanda colectiva por controvertidos negocios hipotecarios. Un tribunal de Manhattan rechazó un recurso de un grupo que acusaba al banco de haber maximizado sus beneficios a costa de los inversionistas y de haber callado los riesgos de títulos hipotecarios. La corte desestimó la querella por considerar que el experto comisionado por los demandantes carecía de la necesaria cualificación y cometió fallas metódicas. Pero habrá otros casos en que las denuncias sí puedan prosperar.

Cura de ahorro

En la actualidad, los negocios del Deutsche Bank marchan, aunque no tan bien como antes. Pero la dupla al timón del banco, configurada por Anshu Jain y Jürgen Fitschen, se muestra optimista en cuanto a que las reformas que ha emprendido llevarán a buen puerto al instituto financiero. Según se indicó, por lo pronto el programa interno de ahorro avanza incluso mejor de lo esperado.

El banco se propone reducir sus costos hasta 2015 en 4.500 millones de euros. De esa suma, en lo que va corrido del presente año se ha logrado ya realizar recortes por un monto de 1.600 millones de euros. De no haber sido por eso, bastante más sombrío aún podría haber resultado el balance del tercer trimestre.