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Las empresas subestiman el riesgo criminal

Rolf Wenkel/ Cristina Papaleo28 de noviembre de 2012

Las empresas le temen al robo de datos y de la cibercriminalidad, sin embargo la mayor amenaza está entre sus empleados, que cometen fraude, según un reciente estudio.

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Imagen: Fotolia/Andre Bonn

Una de cada cuatro empresas medianas y más de la mitad de las grandes empresas fueron víctimas en Alemania de delitos económicos en los últimos dos años. Año tras año, en este país se cometen unos 675.000 delitos de corrupción empresarial. La magnitud de los daños llega, en promedio, a más de 300.000 euros por año y por empresa afectada, de acuerdo con los resultados de una encuesta llevada a cabo por la asesora económica alemana KPMG en 300 empresas medianas y 32 de las 100 mayores empresas.

Sobre todo la mediana empresa parece subestimar el peligro de los delitos económicos: “Cuatro de cinco empresas estiman que, para ellas, esa amenaza es baja o muy baja, y la misma cantidad cree que cuenta con suficientes mecanismos de protección. Existe una percepción totalmente distorsionada del riesgo”, afirma Frank Hülsberg, socio en la asesora KPMG y responsable del área Criminalidad Económica.

Percepción errónea de la realidad

Los directores de compañías germanas tampoco tienen una imagen muy cercana a la realidad en lo que respecta a las fuentes del peligro, dice Hülsberg. Las firmas suponen que la peor amenaza es el robo de datos, su mal uso y abuso, y la violación de los derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, los males que las afectan son distintos, ya que dos tercios de los delitos consisten en robo y malversación de fondos, así como fraude y deslealtad a la empresa. Los casos de robo y mal uso de datos se redujeron a cerca de un tercio.

La corrupción está presente también en las pequeñas y medianas empresas.
La corrupción está presente también en las pequeñas y medianas empresas.Imagen: Bilderbox

En casi uno de cada dos casos los delincuentes provienen, según la encuesta de KPMG, de las filas de la propia compañía. “Sobre todo en las empresas familiares prevalece una cultura de la confianza”, dice Frank Weller, director del área forense en KPMG. “A menudo se descuidan mecanismos fundamentales de control, como la división de funciones, o el principio de doble verificación. De ese modo, muy a menudo el empleado en el que más se confía se convierte en un peligro”, subraya el experto.


Los casos de corrupción se descubren por casualidad

La mitad de los delitos se descubre, según la KPMG, de modo casual. Y la investigación de los casos a través de un sistema interno de control no cumple con los estándares necesarios. “Las estructuras de vigilancia en la mediana empresa no están lo suficientemente desarrolladas”, añade Weller. A pesar de eso, la mayoría de las compañías no planifica “inversiones en la ampliación y mejoramiento de esas medidas de prevención”.

También las grandes empresas encuestadas en Alemania se ven enfrentadas a problemas como el robo, la malversación de fondos, el fraude, la deslealtad empresaria y el lavado de dinero. Los sectores más afectados en los dos últimos años fueron los de distribución, depósito y logística. Casi la mitad de los delincuentes forman parte del directorio. “El típico delincuente pertenece hace mucho tiempo a la empresa y, además, ocupa un puesto bastante alto en la jerarquía. Conoce los procedimientos empresariales con exactitud, por lo cual es capaz de anular los mecanismos de control muy fácilmente”, analiza, por su parte, Frank Hülsberg.

También el lavado de dinero es parte de los delitos.
También el lavado de dinero es parte de los delitos.Imagen: Fotolia/Zbyszek Nowak

A diferencia de las empresas medianas, la percepción del riesgo en las grandes empresas, según KPMG, es más congruente con los peligros concretos y los daños reales. “Observamos que las medidas contra el crimen económico ya forman parte de la agenda de las grandes empresas y de su directorio”, asegura Frank Weller. Y agrega que ese es el enfoque correcto. Las pequeñas y medianas empresas, sin embargo, “siguen apostando al principio de la confianza y, por lo tanto, corren peligro”.

Autor: Rolf Wenkel/ Cristina Papaleo

Editor: Enrique López