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“La risa ha sido desterrada de nuestra escuela”

Jan Walter (VC/EL)25 de marzo de 2015

Cientos de periodistas han venido a Haltern. Los habitantes de la ciudad alemana se enfrentan a miles de preguntas. Sin embargo, un día después del accidente aéreo en los Alpes, ellos solo quieren saber una cosa.

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Imagen: DW/J. Walter

¿Por qué? 16 jóvenes de Haltern y sus dos maestras perdieron la vida en el accidente aéreo en los Alpes franceses. De momento, esta es la única certeza que tienen sus familiares, colegas y amigos. Un día después de la tragedia, unidades móviles de noticieros de Alemania, Europa y el mundo bordean la calle que lleva a la secundaria Joseph-König. Las instalaciones de la escuela, de la que un grupo había viajado de intercambio a España, están cerradas al público.

De un lado de las vallas de protección se encuentran camarógrafos, fotógrafos, periodistas con micrófonos. Del otro, niños, jóvenes y adultos en duelo. Algunos se toman de las manos, se abrazan, otros se hincan para depositar flores o para prender una se las numerosas velas en las escaleras de la entrada principal.

El duelo une a los habitantes de Haltern.
El duelo une a los habitantes de Haltern.Imagen: AFP/Getty Images/S. Schuermann

Noche desvelada

Cabizbaja y con los ojos rojos, la gente viene y va: “No he dormido en toda la noche”, dice una mujer a un periodista italiano. Un alumno, que es interrogado por un grupo de camarógrafos, afirma conocer a algunas de las víctimas. Opta por usar el lenguaje que probablemente conoce de los medios de comunicación: “Estamos profundamente consternados”. Su mímica revela que no está seguro si es correcto o irrespetuoso hablar sobre la tragedia con la prensa.

El director de la escuela, Ulrich Wessel, en cambio, lo considera su deber: “Yo soy el director de la escuela, yo fui quien autorizó el viaje”, dice a los periodistas. “Por ello responderé a sus preguntas, así como a las de los padres”. En la conferencia de prensa en el ayuntamiento de Haltern es secundado por la ministra de Educación del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Sylvia Löhrmann, el alcalde de Haltern, Bodo Klimpel, y el jefe de distrito Cay Süberkrüb.

Quizá la ministra, que también es maestra, se pueda imaginar la profunda herida que significa esta tragedia para la comunidad escolar. No obstante, no se permite opinar sobre ello y expresa su sincero pésame: “No podemos quitarles el dolor, solo podemos compartirlo”.

Condolencias de todo el mundo

Las preguntas más personales van dirigidas al director de la escuela: cómo se enteró de la terrible noticia, cómo fue cuando tuvo que informar a los padres de los alumnos del accidente, si se siente responsable. Wessel se defiende con bravura, y no le importa que sus ojos se mojen cuando habla de sus sentimientos. “La risa ha sido desterrada de nuestra escuela”, dice y añade que no sabe cuándo regresará. En primer lugar, tenemos que sobrevivir este día y después el que sigue, explica.

Lo que ayuda, señala Wessel, son las condolencias que llegan de todo el mundo. Desde ayer, tanto el ayuntamiento de Haltern como la escuela han recibido un sinfín de correos electrónicos. “Gente que nunca ha estado en contacto con nuestra escuela, gente de todo el mondo nos expresa su pésame”. Tampoco los medios vienen por sensacionalistas, dice. “Sé que la consternación de los lectores y televidentes los ha hecho venir acá”.