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"La política alemana de exportación de armas ha cambiado"

Dennis Stute (MS/RML)9 de febrero de 2015

Las exportaciones de armas alemanas descienden. Pero, según el experto Michael Brzoska, las empresas del sector siempre se las arreglan para presentarse como industria clave en Alemania.

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Imagen: picture-alliance/dpa

DW: El Gobierno alemán autorizó el pasado año notablemente menos exportaciones de armas. Las llamadas "licencias únicas de salida" alcanzaron los 4 mil millones de euros, mientras que el año anterior fueron casi seis millones. ¿A qué se debe este retroceso?

Michael Brzoska: Hay dos razones. Una es la baja demanda de los aliados en Europa y, posiblemente, también de otros lugares. La segunda razón es que el Gobierno alemán se ha vuelto más restrictivo en el último año en lo que se refiere a las licencias, especialmente con las armas más caras y grandes. Aunque no contamos con informaciones concretas, parece ser que, supuestamente, no se autorizó la distribución de tanques Leopard 2 a Arabia Saudita.

¿Supone este descenso en la exportación un cambio de política? Sigmar Gabriel, ministro de Economía, anunció que había que manejar de forma más restrictiva las exportaciones de armas, especialmente a países antidemocráticos como Arabia Saudita.

Siempre hay ventas únicas de varios cientos de millones de euros, que pueden inclinar las estadísticas de un año hacia el otro lado. En 2014 no hubo demasiadas licencias de exportación de este tipo. Pero, aun así, puede decirse con bastante probabilidad que el anuncio de Gabriel ya ha sido puesto en práctica y que ha habido un cambio en la política de exportación de armas. Como ministro responsable del área, sus palabras sobre este asunto tienen peso. Un punto en el que Gabriel ha hecho hincapié es en la cuestión de las armas más pequeñas. Supongo que ahí también habrá un descenso significativo de las exportaciones.

¿Qué papel juegan las consideraciones económicas en las licencias?

En el contexto general de las exportaciones alemanas, la exportación de armas es muy poco significativa. Si se incluyen en ella los productos que no necesitan licencia, se mueve entre los 7 y 8 mil millones de euros Eso supone, dentro de un volumen total de exportaciones de 1,1 billones de euros, menos del 1 por ciento. Tiene importancia para determinadas industrias y regiones, como la de los astilleros del norte de Alemania. Este es el argumento del que se sirven miembros de grupos de poder y defensores de las exportaciones. En ese sentido, las consideraciones económicas juegan, sorprendentemente, un importante papel, concretamente en la exportación de barcos de guerra a Arabia Saudita.

Sigmar Gabriel, ministro alemán de Economía, anunció un manejo más "restrictivo" de las exportaciones de armas alemanas.
Sigmar Gabriel, ministro alemán de Economía, anunció un manejo más "restrictivo" de las exportaciones de armas alemanas.Imagen: picture-alliance/dpa

En el caso de Arabia Saudita ¿no se imponen las consideraciones geopolíticas?

Ese es también un factor importante. Se exporta preferentemente a nuestros aliados, es decir, a los miembros de la Unión Europea y a la OTAN. Hay otros argumentos con los que se opera: Irán podría ser una amenaza para Arabia Saudita, por lo que este país debe poderse proteger. Además hay que tener en cuenta la importancia de Arabia Saudita para el mercado global del petróleo. En las decisiones sobre exportación, la geopolítica juega cada vez un papel más importante. Por recordar un caso algo lejano en el tiempo: a finales de los 70 y principios de los 80, Argentina era el principal receptor de armas alemanas, con las que luchó contra Reino Unido durante la guerra de las Malvinas. Arabia Saudita ha tenido una actitud ambivalente hacia las organizaciones islamistas, por lo que cabe preguntarse si ese país es más un problema que un aliado.

¿Necesita el Gobierno las exportaciones para mantener su industria armamentística?

Ese es un factor importante por partida doble. Por un lado, se trata de aprovechar la capacidad de esa industria. Solo los encargos de la Bundeswehr (el Ejército alemán) no bastan ni llegan con la suficiente regularidad como para mantenerla de forma permanente. La segunda cuestión son las cooperaciones internacionales. Muchos productos del sector ya no se fabrican a nivel nacional, sino europeo e incluso trasatlántico, de forma conjunta. Se argumenta que, sin una industria propia, un país deja de interesar como cooperante y se ve obligado a comprar, sin derecho de intervenir, lo que los demás producen.

¿Se puede hablar de una tendencia en lo referente a las exportaciones de la industria armamentística en los últimos años?

Al final de la Guerra Fría hubo una ruptura, pues las tareas militares en Europa y hacia los aliados disminuyeron. La industria alemana de armas se hizo más pequeña. Pero, desde principios de los 90, se mantiene de forma relativamente constante. Tiene altos y bajos, pero no hay una tendencia clara hacia una dirección.

Michael Brzoska es director del Instituto para la Investigación sobre la Paz y Políticas de Seguridad de la Universidad de Hamburgo. A sus objetos de estudio pertenecen, entre otros, el comercio internacional de productos de defensa y la industria armamentística mundial.