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La Ola Verde

Anne Bohlmann / CS27 de agosto de 2013

La conservación de la naturaleza ya no es solo un tema para documentales; también ha llegado al cine comercial. Pero que la audiencia preste mayor atención al tema no significa que actúe en concordancia.

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Imagen: DW/Axel Warnstedt

El documental de Bernhard y Michael Grzimek "El Serengueti no debe morir", de 1959, nos lleva a una travesía por una región de África cuya naturaleza se veía ya entonces amenazada. Las imágenes presentaron una vista aérea sin precedentes de la sabana que se extiende hasta el horizonte. En una de las escenas, el lente de la cámara montada en un avión capturó las imágenes de una manada de antílopes huyendo de los cazadores furtivos. Tras ellos se ve a los guardas forestales que los perseguían en sus jeeps. Finalmente, el narrador cuenta que los oficiales lograron arrestar a veinte cazadores. Con esta cinta, Bernhard y Michael Grzimek, padre e hijo, revolucionaron el género de documentales sobre la naturaleza. Los naturalistas alzaron sus voces de protesta contra la caza a gran escala en África y abogaron por la protección del delicado ecosistema del Serengueti. El documental fue galardonado con un Óscar y hoy ocupa un lugar entre los clásicos de su categoría.

Hoy, más de cincuenta años después, el género de documentales sobre la naturaleza experimenta un nuevo auge. Casi no pasa un año sin que salga una nueva producción de alta calidad. "Nómadas del viento", "Océanos" y "La Marcha de los Pingüinos" son solo unos ejemplos de los fenomenales documentales que transportan a la gran pantalla del cine y televisión la vida de los animales en peligro de extinción y su hábitat. Y millones de espectadores acuden a los cines. El número de películas que tematizan la conservación del ambiente se ha incrementado tan rápidamente en los últimos años que los expertos hablan de una "nueva ola verde". Vinzenz Hediger, catedrático de cine de la Universidad Fráncfort del Meno, sostuvo en una entrevista que ha surgido un mercado enorme para este tipo de producciones.

La conservación de la naturaleza y el clima ha llegado también al cine comercial

La conservación de la naturaleza es un tema que ya conquistó el cine mainstream. Las películas de animación como "Happy Feet: El pinguino" y "WALL-E" narran historias que parten de una postura contra la pesca excesiva y a favor del reciclaje. Otros blockbusters como "El día después de mañana" y "Waterworld" nos presentan una visión de un posible futuro implacable ante las consecuencias del cambio climático. Otro ejemplo es la película de ciencia ficción “Avatar” que nos lleva a un mundo donde los recursos naturales de la Tierra se han agotado. Por su parte, algunas estrellas de Hollywood han abrazado la causa de conservar el planeta. Leonardo DiCaprio, por ejemplo, realizó el documental "La última hora" que llegó a las pantallas en 2007.

Las voces de alarma se alzan por doquier. No obstante, las buenas intenciones que puedan emanar a raíz de los encarecidos llamados a conservar la naturaleza simplemente se esfuman. "La gente no quiere escuchar sermones, lo que le interesa es el entretenimiento", dijo Gregg Mitman, de la Universidad de Wisconsin. El investigador escribió un libro sobre el desarrollo de las películas sobre la naturaleza y está convencido de que no tiene sentido "meterle miedo a la gente". Sin embargo, Mitman advirtió que la visión romántica e idealizada de una naturaleza intacta, opuesta al apocalipsis ambiental, da una imagen falsa: "Esas son películas sobre regiones no habitadas por el ser humano", dijo. Y justamente son los costosos documentales producidos para el cine a menudo los que transmiten esta perspectiva. De este modo pierden la oportunidad de plasmar realmente cómo la actividad del hombre afecta a la naturaleza y cuáles son las consecuencias de sus actos.

En el transcurso de las últimas décadas se han producido una gran variedad de películas que tocan el tema del medioambiente. Para Chris Palmer, cineasta y director del Centro de Cine del Medio Ambiente en la American University en Washington DC, el documental clásico sobre la naturaleza tiene aún su justificación. Sin embargo, afirmó que los productores tienen que echar mano de otras narrativas para poder llegar a una audiencia más amplia. Guiones de tramas con personajes carismáticos, con estrellas de cine, escenas impresionantes. Y además, utilizar el humor como recurso estilístico. Estos componentes facilitan a enganchar a la audiencia y logran que el mensaje llegue a las personas.

Lo más importante es contar una historia que cautive a la audiencia. Esto resulta más fácil en las películas de ficción que en los documentales. Sin embargo, el documental “Operación Delfín” sobre la matanza en masa de delfines en Japón demostró que sí se pueden narrar historias conmovedoras. El documental funciona como un thriller donde los activistas revelan el cruento perecer de delfines atrapados en una ensenada. La audiencia se siente parte de las investigaciones y filmaciones encubiertas y visitas clandestinas nocturnas a los sitios en cuestión. El documental fue galardonado con un Oscar y generó en todo el mundo una ola protestas en contra de esta actividad extremadamente controvertida.

Prestar mayor atención no significa un mayor compromiso

No obstante, Chris Palmer considera que si bien las películas llaman la atención y logran que algunas personas reflexionen sobre estos temas y cambien su comportamiento, aún no consiguen generar un cambio a gran escala. "Prácticamente no hay evidencia de que las películas tengan un efecto", dijo el investigador. Parece evidenciarse que el salto de saber y estar consciente de la situación a realmente actuar es demasiado grande. Para Palmer, en el momento cuando se termina de producir una película se ha realizado solo el cincuenta por ciento del trabajo. Se necesita una campaña que promueva la película para poder alcanzar una mayor influencia. Hoy en día, el Internet y los medios sociales son importantes herramientas de difusión que han multiplicado los canales de distribución. De ahí que cada vez más cineastas los usen. Los productores del documental "Tiburón, en las garras del hombre", donde revelan el negocio ilegal de los cazadores de tiburones, lo comercializaron ampliamente a través de Youtube, Facebook y Myspace.

Existen además otros planteamientos, por ejemplo, algunos productores de documentales trabajan en estrecha colaboración con las organizaciones locales para incentivar cambios concretos. Como por ejemplo los creadores de "Blue Vinyl" (vinilo azul), una película sobre el plástico tipo PVC, lograron convencer a diferentes compañías de que dejen de utilizar este producto.

A nivel político los cambios son imperceptibles. Y pese a las protestas que sucedieron al documental "Operación Delfín", el Japón sigue cazando delfines. Otro ejemplo es la película "Una verdad incómoda", un documental realizado por ex vicepresidente norteamericano Al Gore, que advierte enérgicamente acerca el cambio climático. El documental fue un éxito de taquilla que convocó a millones de espectadores e incluso ganó un Oscar. Sin embargo, fue un fallido intento de conmover a la política. Hasta hoy, los representantes del gobierno de los EE.UU. son un obstáculo a la hora de elaborar políticas internacionales vinculantes. De ahí que el planeta no solamente necesita exitosas películas sino también que quienes lo quieran conservar perseveren en sus esfuerzos.

Autora: Anne Bohlmann / CS

Aunque ya casi no queda un lugar en la tierra donde no haya llegado la mano del hombre, muchos documentales muestran la imagen de una naturaleza intacta, Para los críticos se trata de escapismo de la realidad.
Aunque ya casi no queda un lugar en la tierra donde no haya llegado la mano del hombre, muchos documentales muestran la imagen de una naturaleza intacta, Para los críticos se trata de escapismo de la realidad.Imagen: DW/Axel Warnstedt
El documental "Nómadas del viento" lleva al público en un recorrido siguiendo los viajes migratorios que emprenden algunas aves. Y fue un éxito de taquilla.
El documental "Nómadas del viento" lleva al público en un recorrido siguiendo los viajes migratorios que emprenden algunas aves. Y fue un éxito de taquilla.Imagen: CC2.0/superstrikertwo
Las películas sobre safaris fueron las primeras cintas sobre la naturaleza, como "Roosevelt en África" de 1910. La película muda muestra al ex presidente estadounidense Theodore Roosevelt de caza en África.
Las películas sobre safaris fueron las primeras cintas sobre la naturaleza, como "Roosevelt en África" de 1910. La película muda muestra al ex presidente estadounidense Theodore Roosevelt de caza en África.Imagen: CC2.0/Stig Nygaard

Editor: Emilia Rojas Sasse