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La ética se impone

24 de julio de 2002

La Oficina Europea de Patentes, revocó por motivos éticos, una controvertida patente otorgada en 1999, que permitía la modificación genética de células humanas y animales para su uso industrial y comercial.

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La información genética es extraída de un óvulo humano.Imagen: AP

La entidad con sede en Múnich, añadió restricciones a la polémica patente para que no pueda ser utilizada en la clonación de seres humanos. En diciembre de 1999, la Universidad escocesa de Edinburgo y la empresa de biotecnología australiana Stem Cell Sciences, solicitaron ante la Oficina Europea de Patentes (EPA), el registro de una patente para la extracción de células de embriones de mamíferos con el objetivo de modificar sus estructuras genéticas y clonarlas.

La solicitud describía un proceso de 'aislamiento, selección y reproducción' de células madre animales transgénicas. El término en inglés 'células madre animales' incluye implícitamente las células humanas, lo que otorgaba a los beneficiarios, el derecho comercial en la experimentación genética con células de embriones humanos e incluso la clonación de embriones genéticamente manipulados, es decir, la creación del ser humano en laboratorio, limpio de genes considerados ‘negativos.’

Greenpeace destapó el error

Poco después de otorgar la patente, la Oficina europea reconoció haber cometido un error, pero no la revocó inmediatamente. Fue hasta que la organización Greenpeace descubriera la magnitud del fallo en el 2000 y lo denunciara, que se desató una protesta unánime de los gobiernos de Alemania, Italia y Holanda y de unas 14 entidades, organizaciones no gubernamentales, entre ellas, Greenpeace, partidos políticos y organizaciones eclesiásticas, que impugnaron la decisión.

La polémica patente ‘EP 695 351’ de 235 páginas no hacía una alusión concreta a células madre de embriones humanos y por eso fue aprobada. Su revisión comenzó el lunes pasado y resolvió eliminar aspectos fundamentales que permitirían a sus usuarios obtener células madre embrionarias animales y humanas para después cultivarlas, procedimiento que permitiría la producción artificial de seres humanos.

No existe un marco legal suficiente

Las autoridades de Múnich retiraron las células embrionarias humanas y animales de la lista de objetos de la patente, en parte por los motivos éticos que fueron el principal argumento de gobiernos y organizaciones que pedían su revocación. Pero los examinadores también sostienen que gran parte del proceso descrito en la solicitud no es técnicamente viable.

El uso comercial de embriones humanos está prohibido por la Unión Europea, sin embargo, expertos consideran que los lineamientos establecidos hasta ahora, no impedirán que en el futuro que se patenten embriones humanos. Para limitar la experimentación sería necesario establecer una legislación mas detallada que prohiba expresa y claramente las patentes sobre embriones, genes, órganos humanos y animales. Francia y Alemania quieren preparar una ley que prohiba las patentes sobre tejidos vivos.

La EPA, otorga cada año alrededor de 4.000 patentes genéticas que se limitan, según la entidad, a genes de plantas y animales. El diputado alemán del partido de los verdes, Volker Beck demandó una legislación mas clara. "El reto de la aplicación de la tecnología genética en el ser humano no ha sido enfrentado en todas sus dimensiones desde el punto de vista jurídico," dijo Beck.

El riesgo del progreso

Si bien el patentar un proceso como el descrito en la solicitud de la EP 695 351, conlleva el riesgo de abuso y utilización con fines comerciales de sus beneficiarios, el tema de la experimentación del genoma humano ha despertado una acalorada polémica sobre los pros y contras del avance de la ciencia en este campo. Ciertamente el potencial curativo significa una luz de esperanza para miles de pacientes que adolecen de enfermedades incurables y progresivas e incluso genéticas y por tanto, hereditarias.

Hace unos días la revista estadounidense 'Nature' publicó dos estudios que muestran el potencial de las células madre en los tratamientos médicos e incluso en los trasplantes de órganos. Uno de los estudios parte del uso de células madre embrionarias, tomadas de un óvulo recientemente fertilizado, para crear el tipo de células que servirían para tratar la enfermedad de Parkinson, un trastorno cerebral incurable.

El segundo estudio afirma que se puede lograr que las células de la médula ósea se transformen en una amplia variedad de células corporales. Aunque los científicos utilizaron roedores en la experimentación, aseguran que ésta es determinante hacia un futuro tratamiento de seres humanos.