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El Papa da un "buen ejemplo"

11 de febrero de 2013

La renuncia de Benedicto XVI al pontificado fue recibida con sorpresa, respeto, elogios y hasta un guiño político por líderes políticos y representantes de la Iglesia Católica en América Latina.

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Imagen: Getty Images

El presidente mexicano, uno de los primeros en reaccionar a la noticia, mostró su "solidaridad y respeto" por la decisión del papa a de renunciar a la silla de San Pedro a partir del 28 de febrero. "El papa Benedicto XVI siempre ha sido amigo de México y portador de mensajes de paz y reconciliación", expresó Enrique Peña Nieto, que el año pasado estuvo presente, siendo todavía candidato, en una misa que ofreció el pontífice en marzo en la ciudad de Silao, en el centro del país, en su primera y única visita a México.

#video#""Nos levantamos profundamente conmovidos por la noticia" de la renuncia de Benedicto XVI, aseguró la primera dama y vocera de Nicaragua, Rosario Murillo. Como "un acto de humildad sin precedentes" calificó Murillo la decisión del Papa: "En estos tiempos de acumulación de poder, desprenderse de una investidura (...), reconocer la fragilidad humana, reconocer que el cuerpo no tiene a veces la misma vitalidad que el espíritu, todo eso nos parece que responde a una profunda manifestación de humanidad", dijo.

Se trata de un profundo acto de desprendimiento y humildad" por cuanto primaron los intereses de la "institución que representa a sus condiciones físicas", comentó por su parte la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla. Entre los fieles de la región, muchos lamentaron la noticia y aceptaron sus argumentos para renunciar tras casi ochos años de papado. Algunos hasta lo llamaron valiente por tomar esa decisión. Pero en otros causó cierta indignación porque "no se vale renunciar, el mandato para el que fue elegido tuvo que haberlo concluido como fuera", dijo una mexicana a la agencia Reuters.

Obispos de Brasil: “tenemos que elegir al mejor”

A nivel eclesiástico, Raymundo Damasceno, presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), leyó un comunicado en el que la autoridad católica brasileña calificó la renuncia de Benedicto XVI como "una señal de la humildad y grandeza que caracterizaron los ocho años de su pontificado".

La Archidiócesis de Río de Janeiro confirmó además que la Jornada Mundial de la Juventud se realizará en la capital fluminense en julio próximo, tal como estaba previsto, a pesar de la renuncia del Papa. "El propio Benedicto XVI dijo siempre que la Jornada Mundial de la Juventud se haría en Río por él o por su sucesor", dijo el arzobispo de Río, Orani Tempesta, citado por el portal G1.

Benedicto XVI en Brasil (2007).
Benedicto XVI en Brasil (2007).Imagen: Getty Images

Consultado sobre la posibilidad de que un religioso brasileño sea elegido como sucesor de Benedicto XVI, Damasceno evaluó que si eso sucediera "sería realmente un hecho totalmente nuevo en la historia del pontificado". Damasceno declinó manifestarse sobre las posibilidades de los cinco cardenales brasileños que estarían en condiciones de ser elegidos como sucesor de Benedicto. Además de él mismo, son elegibles los cardenales Odilo Scheller, Joao Braz de Aviz, Geraldo Majella Agnelo y Cláudio Hummes. "Tenemos que elegir al que sea mejor para la iglesia y para el mundo", indicó.

Cardenal hondureño: “comprensión”

En total, son 19 los cardenales latinoamericanos que participarán en el cónclave en el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI antes de Pascua. Uno de ellos, el cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, señaló que desear el Pontificado "descalifica" porque es "algo que viene de Dios". "Aunque no lo sabíamos (sobre la renuncia), pensábamos: ¿Cuánto tiempo más podrá estar al frente de la Iglesia?", señaló el cardenal, que mostró su "comprensión" por la decisión del Papa "debido a la fragilidad de su salud".

Días antes de que Benedicto XVI fuera electo como Papa, en Honduras se mencionaba como "papable" a este cardenal hondureño, visto con malos ojos por un sector de la población por haber apoyado el golpe de Estado contra el ex presidente Manuel Zelaya en el 2009. No obstante, el arzobispo de Guatemala, Oscar Vián, dijo que ésta puede ser la oportunidad para un Papa de cualquier región del mundo: "Podría ser el tiempo de un Papa negro, amarillo, rojo o también latinoamericano. O podría ser el tiempo de un Papa asiático o podría ser el tiempo de un Papa de otro continente"

Arzobispado de La Habana: "gran humildad"

El líder de la Iglesia católica cubana, cardenal Jaime Ortega, consideró también una "gran sorpresa" y una "invaluable lección de humildad" la inesperada renuncia del papa Benedicto XVI. "El Papa rompe una vez más los patrones y no teme anunciar al mundo que está débil y cansado para continuar la gran responsabilidad de gobernar la Iglesia Católica", señaló Ortega en un comunicado emitido por el Arzobispado de La Habana.

Ortega es otro de los 117 cardenales que participarán en el cónclave del que debe salir próximamente el nuevo jerarca de la Iglesia Católica. El arzobispo cubano fue nombrado cardenal en 1994 por Juan Pablo II. Más que por sus posiciones teológicas, el líder de la Iglesia cubana es conocido en la isla por su papel como interlocutor del gobierno cubano en los últimos años, en los que intermedió -entre otros asuntos- para la liberación de presos políticos.

"Solo un gran amor a Jesucristo, a su Iglesia, y una gran humildad, pueden impulsar un paso semejante", agregó el mensaje de Ortega, de 76 años, también arzobispo de La Habana y anfitrión de Benedicto XVI en su penúltimo viaje al extranjero. Joseph Ratzinger se convirtió hace casi un año en el segundo pontífice católico en visitar la isla caribeña, tras la histórica visita de Juan Pablo II en 1998. Su llegada despertó grandes expectativas en la mayor de las Antillas, también por sus posibles connotaciones políticas. Sectores de la disidencia criticaron después al pontífice por no reunirse con opositores y sí con el ex presidente Fidel Castro durante su visita de tres días en marzo de 2012.

Benedicto XVI en Cuba (2012).
Benedicto XVI en Cuba (2012).Imagen: Getty Images

"Un ejemplo para los venezolanos", dicen obispos

Los obispos venezolanos, por su parte, aprovecharon para relacionar la renuncia de Benedicto XVI con la situación política en su país, tras casi dos meses sin apariciones públicas del presidente Hugo Chávez, convaleciente de un tratamiento contra el cáncer en La Habana. "Es un momento muy luminoso, es una gran enseñanza. El Papa ha sido muy humano, ha reconocido que no tiene fuerza física y con humildad ha entregado el servicio; es un buen ejemplo", sostuvo el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, en declaraciones al canal de televisión Globovisión.

El purpurado venezolano consideró que, con su decisión, el sumo pontífice evidencia que no comulga con "el poder por el poder" e insistió en que la decisión "debe ser tomada como un ejemplo para los venezolanos”.

rml (dpa, Reuters, afp, kna)