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Japón, un país sumido en la tragedia

16 de marzo de 2011

El desastre humano y medioambiental causado por el terremoto, el tsunami y las centrales nucleares en Japón preocupa a nuestros usuarios.

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Tras el terremoto y el tsunami, la central nuclear de la prefectura Fukushima tiene al mundo en vilo.Imagen: dapd

Al ver las imágenes del desastre que vive Japón, sólo se puede sentir una enorme impotencia y tristeza frente a tanto sufrimiento y la gran destrucción en un país tan luchador y con una capacidad enorme para el desarrollo, teniendo en cuenta que es uno de los países más avanzados del mundo. Lo que más deseo en este momento es que mi país haga llegar muy pronto toda la ayuda que el pueblo japonés necesite de los argentinos. Es una colectividad muy querida, respetada y siempre está presente. Espero que todas estas horas tan difíciles puedan ser atenuadas con el gran apoyo de todos los pueblos de buena voluntad. Grace Martin Stienne, Argentina

Ante lo acaecido en Chernóbil y el nefasto antecedente de Hiroshima y Nagasaki, considero que las más altas autoridades mundiales y nosotros, los ciudadanos, debemos de dejar de lado la construcción de nuevas centrales nucleares e incluso prever el cierre de una parte de las actuales en funcionamiento. Es hora de instalar un serio debate acerca del modelo energético vigente en el mundo, teniendo en cuenta el agotamiento de los recursos fósiles y sus consecuencias ambientales así como los peligros que entrañan las centrales atómicas. Quizás no desaparezcan del todo estas formas de producción energética, pero es necesario pensar en la instrumentalización de formas armónicas con el medio ambiente. En mi país existen tres centrales nucleares, y estimo que no deben de seguir construyéndose más. Gustavo Díaz, Argentina

El problema del reactor nuclear en Japón más que preocupante es alarmante, ya que la presencia de secio radioactivo indica que la fusión del núcleo ha comenzado. Espero que exista técnicamente la posibilidad de neutralizarlo a tiempo, pero por lo que me informé, no hay energía eléctrica para bombear agua, y las baterías tienen una duración limitada. En lo personal, soy contrario a la producción de electricidad por reactores nucleares y por plantas termoeléctricas que usan carbón o cualquier combustible fósil. Espero que en mi país, Chile, se reconsidere la opción nuclear cortoplacista y potencialmente catastrófica por energías limpias, aunque implique esperar más tiempo para hacerlas realidad. Espero también que las autoridades de Japón sean lo suficientemente francas y transparentes con la información de cara a la comunidad internacional. José Menéndez, Chile

Ciertamente y a pesar de que muchos favorecen la producción de energía eléctrica por medio de las plantas nucleares, a fin de cuentas hay algo que mueve la balanza. Éste algo es la naturaleza. Y contra la naturaleza nada puede hacer el hombre. En este caso no se ha tomado en cuenta que el planeta Tierra es violento. Y cuando estas fuerzas se desatan, no hay poder humano para detenerlas. La paradoja es que Japón tuvo la mala experiencia de la radiación por las bombas atómicas. Y ahora tiene lo mismo, pero por la producción de energía con plantas nucleares. Y a su vez, esta radiación de alguna manera afectará al planeta. ¿Quién garantiza que una planta nuclear quede a salvo de la naturaleza? Guillermo Silva, México

Es un asunto muy interno de los alemanes, pero les recomiendo que aprovechen estas elecciones para hacer un plebiscito y decidir si quieren o no que se continúe utilizando la energía atómica. Su país cuenta con 17 reactores y su vecino, Francia, posee 59. Desde una lógica científica parece que están muy aglomerados y que cualquier cosa pudiera ocasionar una tragedia en pocos kilómetros cuadrados. No estoy de acuerdo con la energía atómica por los desperdicios generados y la incógnita que significa su deposición final. Continúen protestando, pero planteen propuestas. José Rafael Carrillo Morales, Venezuela

Es evidente la destrucción de la naturaleza por el hombre, pero más concretamente por los gobiernos, que implementan políticas de "desarrollo" en contra de la Tierra que traerán grandes tragedias, como la de Japón. Podría uno pensar que a veces conviene que la naturaleza y la Tierra se manifiesten, a ver si por fin los países industrializados entienden el daño que están haciendo.
María Cristina Quiroga Flores, Colombia


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Recopilación: Rosa Macías

Editor: Luna Bolívar