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Hola mamá, soy metrosexual

1 de agosto de 2003

Se pintan las uñas, se tiñen el pelo, leen revistas de diseño y saben cocinar. El "nuevo" hombre muestra su lado femenino, y va de compras. La industria cosmética se entusiasma.

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David Beckham muestra su lado feminino.Imagen: AP
Se depila el pelo del pecho, prefiere visitar galerías de arte a asistir a un partido de fútbol y se esmera en el aseo personal con caras cremas faciales. No, no se trata de la imagen cliché de un homosexual, sino de la tendencia a la que cada vez más hombres con mucho dinero que gastar se apuntan y que justo ahora se ha convertido en tema de debate en Estados Unidos: los "metrosexuales".

¿Existe de verdad, o sólo en los sueños de las mujeres hechos realidad por el marketing de la industria cosmética? ¿Hombres sensibles, atractivos, enfundados en ropas a medida, conocedores de la cosmetología, fanáticos de la cocina, poco vergonzosos de las tareas domésticas, con conciencia ecológica y por sobre todo, amantes de las mujeres?

"Quiero que me arranque la ropa"

"Siempre me contaron que a las mujeres les gustan los hombres con un toque gay. Quieren poder visitar contigo un restaurante y saber que puedes diferenciar entre un molino de pimienta y un grifo de un barril de cerveza", cuenta Clint Roenisch, dueño de una galería de arte, en una entrevista con el diario canadiense Toronto Star. Su novia, Dionne McAffee afirma: "Mi estilo de moda mejoró mucho desde que estamos juntos. Yo prefiero a alguien que me diga que los zapatos que me quiero comprar no pegan con el traje que llevo, pero que a la vez sea capaz de arrancarme apasionadamente la ropa.

El término "metrosexualidad" confunde bastante, ya que el fenómeno no tiene nada que ver con la sexualidad. El hombre sigue siendo heterosexual, simplemente muestra su lado femenino al interesarse por un buen corte de pelo, trajes de diseño, o cremas faciales costosas. Se trata más bien de un tambaleo entre lo que se suele considerar "masculino" y "femenino", en vez de una zona gris entre la homosexualidad y la heterosexualidad.

El guapo Beckham

El icono británico de la "metrosexualidad" es el futbolista David Beckham, quien se hace la manicura, continuamente cambia de peinado y hasta lleva la ropa interior de su mujer. Que Beckham no es un afeminado lo demuestra su creciente popularidad como hombre fuerte en el campo de fútbol, su matrimonio con la ex Spice Girl Victoria y, por supuesto, su papel como padre de dos niños. Ninguno de sus fans le tomaron a mal que se dejase retratar como homosexual en la portada de una revista gay.

Otros hombres considerados metrosexuales son el cantante Justin Timberlake y Ben Affleck. Se podría alegar que siempre hubo hombres sensibles y afeminados. Pero lo que separa al metrosexual moderno de estos antecesores es su actitud desprejuiciada hacia la inevitable sospecha de que sea gay.

En la escena gay aumentan las quejas que cada vez cuesta más diferenciar entre heterosexuales y homosexuales. "Pero por lo menos los metrosexuales no son violentos", aclara el actor gay Peter Paige en entrevistas. "Antes se enfadaban cuando intentabas ligar. Ahora, te dicen: ‘Sorry, soy heterosexual, pero gracias por el piropo’".