Guía para andar en bicicleta en Alemania

Desde pequeños, los alemanes aprenden el arte de andar en bicicleta comenzando con el triciclo. Más tarde, ya en la escuela primaria, un agente de Policía explica a los niños de ocho y nueve años las reglas de tránsito para poder circular en bicicleta por las calles.

Según una encuesta de la Asociación Alemana de Ciclistas a 100.000 ciclistas, la ciudad más abierta a las bicicletas es Münster, seguida de Karlsruhe y Friburgo. Algunas grandes ciudades no lo son tanto: Berlín ocupó el puesto 30 en la lista, sobre todo por los automóviles que estacionan en las bicisendas, las obras en construcción y la falta de máquinas para quitar la nieve en invierno.

Alemania cuenta con una estrecha red de ciclovías que atraviesa bosques y también junglas de cemento, como la “bicipista” de la cuenca del Ruhr. Además recorre bellos paisajes, como el Valle del Ahr (en la foto), famoso por sus colinas con viñedos. En la excursión no faltan las pausas para tomar una copa y comer algo.

Como el uso de bicisendas está tan difundido, los ciclistas se lo toman a veces demasiado en serio y esperan que los peatones se alejen rápidamente de esos carriles en las aceras cuando ellos vienen pedaleando a toda velocidad. Si no lo hacen, los ciclistas tocan la bocina, gritan y hasta son capaces de atropellar a los transeúntes distraídos. ¡Un poco de compasión con los bípedos, por favor!

Los domingos, tan pronto como brillan los primeros rayos del sol, salen a la calle decenas de ciclistas. En el camino, se encuentra a parejas de personas mayores, vestidas con trajes de ciclistas en sus tándems, tan alegres como si se conocieran por primera vez.

Durante el invierno las grasas se acumulan en el organismo, y en verano es difícil ocultarlas si se usan camisetas ajustadas para andar en bici. Son prácticas porque absorben el sudor, y los alemanes las adoran. Los ciclistas siempre llevan alguna prenda deportiva de moda en Alemania.

La regla número uno en Alemania es no tomar alcohol cuando se anda en bicicleta. La bicicleta no es una alternativa al automóvil cuando se ha tomado alcohol, ya que un ciclista ebrio es una grave amenaza para los transeúntes y para sí mismo. La Policía puede llegar a confiscarle la licencia para manejar su automóvil si lo atrapa andando en bicicleta con más alcohol en la sangre que el permitido.

Andar en bicicleta no significa necesariamente que no se tenga un automóvil. La bici se considera en Alemania un medio de locomoción, no un deporte, por eso es muy común usar un pequeño motor. Las e-bikes o bicicletas eléctricas son las favoritas de la gente mayor.

En Alemania se pueden transportar las bicicletas en los tranvías y trenes si se paga un boleto especial. Pero por lo general, para no provocar quejas de los pasajeros, los que viajan en otros medios de transporte llevan bicicletas livianas y plegables.