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Gas tóxico en el Mar del Norte

28 de marzo de 2012

De la plataforma de gas averiada “Elgin”, situada en el Mar del Norte, emanan sustancias peligrosas. Además de gas natural fácilmente inflamable, hay ácido sulfhídrico. Un cóctel muy venenoso.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Una cosa es segura: desde el domingo emana una mezcla de hidrocarburos del agujero de extracción de una plataforma de gas de la compañía energética francesa Total, en el Mar del Norte. Más incierta es la composición exacta de la emanación y las consecuencias que pueden resultar de ella, aunque muy probablemente se trate de gas natural ácido con un condensado fluido de gas natural.

“Suponemos que este condensado es el que ha formado la capa de aceite sobre la superficie del agua”, dice Messner. Los observadores hablan de unos 4´8 kilómetros cuadrados de gruesa película oleosa alrededor de la plataforma. El gas natural ácido contiene en su mayor parte gas natural y, en menor proporción, ácido sulfhídrico. En las plataformas suelen extraerse juntos hasta la superficie. El acido sulfhídrico huele como los huevos podridos y es muy venenoso.

Total aún no sabe cómo solucionar el problema, si bien hoy localizó el lugar donde se origina la fuga. El sitio está a 4.000 metros bajo el lecho marino, en una perforación de gas que está fuera de servicio desde hace un año. Y aunque los ambientalistas suponen que la mezcla de gas contiene compuestos con azufre, que son tóxicos, Total desmiente: "Podemos descartar con seguridad que en el gas haya sustancias venenosas", dijo una portavoz de la empresa a la agencia dpa.

Peligro inminente de explosión

“La mezcla de gas natural ácido con el aire es altamente explosiva y arde con mucha facilidad”, dice Messner. Cuando entra en contacto la cantidad justa de gases con el oxígeno, la mezcla se inflama. Incluso la plataforma entera podría volar por los aires.

Se ha decretado una zona de exclusión de dos millas alrededor de la plataforma para los barcos
Se ha decretado una zona de exclusión de dos millas alrededor de la plataforma para los barcosImagen: dapd

Por ese motivo, la empresa Total evacuó a todos los trabajadores tras descubrir la fuga. Shell ha hecho lo propio con las dos instalaciones que posee en los alrededores. Además, vigilancia costera ha delimitado una zona de exclusión de tres millas para los aviones y de dos para barcos.

Gas muy venenoso de proporciones inciertas

“Para el organismo, lo más peligroso es la cercanía con el ácido sulfhídrico”, dice Ulrich Sommer, profesor en Centro Helmoltz de Investigación Oceanográfica de Kiel. El inflamable, incoloro y pestilente ácido sulfhídrico destruye los glóbulos rojos y resulta mortal, incluso en bajas concentraciones, para el ser humano. También para otras formas de vida.

La fuga podría tener consecuencias nefastas para el ecosistema marino
La fuga podría tener consecuencias nefastas para el ecosistema marinoImagen: AP

Stephan Lutter, experto en protección marítima de la Fundación Medioambiente, dice: “Si, como los expertos temen, se produce una emanación de gases prolongada, puede haber zonas en las que mueran todos los seres vivos alrededor de la plataforma, lo que puede dañar el ecosistema del Mar del Norte”, advierte.

“Todo depende, según Sommer, de cuánta cantidad de ácido sulfhídrico se disuelva en el agua, lo que viene determinado por la fuerza con que el gas natural ácido asciende desde el suelo marítimo”. Si es expulsado con rapidez, tiene menos posibilidades de mezclarse con el agua y alterarla. En ese caso, es menos probable que afecte a la fauna marítima.

Una vez el ácido sulfhídrico llega a la superficie marina, se volatiliza en el aire rápidamente. No es diferente a las emanaciones de un volcán en erupción. Según los expertos, no hay peligro alguno para los habitantes de las zonas costeras. También Lutter cree que es difícil que el compuesto tóxico alcance la orilla. La plataforma se encuentra a unos 240 kilómetros de tierra firme.

Esperanza en un rápido final

“Se trata de una situación muy desagradable”, dice Jürgen Messner, “sobre todo por el hecho de que aún no pudo determinarse de forma precisa de dónde emana el gas. Según datos de Total, la fuga puede alargarse seis meses hasta poder ser controlada. Pero hay esperanzas de que el problema pueda resolverse por sí mismo en un plazo más razonable, según hizo saber el secretario de Estado británico, Charles Hendry: ·”No debemos olvidar que se trata de una plataforma de extracción de gas, cuyos recursos ya han sido en gran medida explotados”.

Jürgen Messner confirma que pudiera ocurrir que la emanación se parara por sí sola. “En cualquier caso debemos esperar antes de valorar cuáles pueden ser las consecuencias a largo plazo”

Autora: Birgitte Osterath / MS
Editora: Rosa Muñoz Lima