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Ucrania se debate entre la esperanza y el escepticismo

Roman Goncharenko28 de enero de 2014

El gobierno ucraniano hace concesiones a los manifestantes: el primer ministro renunció y el parlamento derogó polémicas leyes. Ahora le toca a la oposición frenar la espiral de violencia. Pero todavía vacila.

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Imagen: Getty Images

No hay algarabía en Kiev. En cambio, se siguen levantando barricadas y preparando cocteles Molotov para enfrentar a la policía. No obstante, en el gélido aire se respira algo de esperanza. “A lo mejor logramos evitar que se siga derramando sangre”, dice Valentín, un hombre de unos 40 años que lleva un casco de trabajador de la construcción. Sus palabras suenan cautelosamente optimistas. El exmilitar se encuentra desde hace semanas en la Plaza de la Independencia, Maidan, donde decenas de miles de personas protestan contra el presidente Viktor Yanukovich. La noticia de las concesiones gubernamentales a la oposición lo sorprendió. “A todas luces le dio miedo al presidente”, estima Valentín.

Concesiones del oficialismo

Yanukovic ha cumplido parte de lo acordado con la oposición. Sorpresivamente, el gobierno dio este martes (28.01.2014) un paso hacia la distensión. Poco después de las 10 de la mañana, hora local, el primer ministro Nikolai Asarov presentó su renuncia al presidente.

Nikolai Asarov.
Nikolai Asarov.Imagen: Sergei Supinsky/AFP/Getty Images

La oposición había exigido la dimisión de Asarov debido a la violencia con que la policía arremetió contra los manifestantes en Kiev y otras ciudades. A todas luces, bajo la presión de la calle, Yanukovich optó por sacrificar a su estrecho aliado.

También en el parlamento la mayoría gubernamental hizo concesiones a la oposición. Los legisladores derogaron por amplia mayoría las “leyes del 16 de enero”, que restringían el derecho de manifestación en Ucrania. El paquete de leyes en cuestión criminalizaba a los manifestantes, penalizaba la ocupación de edificios y el uso de elementos para cubrir el rostro.

Compás de espera

La oposición aplaudió las noticias, pero se mantiene en compás de espera. Ahora enfrenta la tarea más difícil desde el inicio de las protestas: debe convencer a miles de manifestantes de retirarse de la plaza y los edificios ocupados, pero sobre todo del lugar del barrio gubernamental donde se produjeron en los días pasados los principales enfrentamientos con la policía.

Pero entre los opositores se perfilan divergencias. Representantes del Partido de la Patria no quieren hacer concesiones y exigen la renuncia del presidente. El autodesignado “comandante” de la plaza Maidan, Andrij Parubij, declaró que los manifestantes solo abandonarán los edificios ocupados cuando el presidente y sus ministros abandonen sus despachos.

“¡Ahora o nunca!”

Vitali Klitschko, del partido UDAR (Golpe) parece adoptar en cambio una actitud más flexible. Si logra inducir a la gente a hacer concesiones, cabrá la esperanza de que el conflicto se solucione pacíficamente. Pero no siempre lo ha conseguido en los días pasados. Pudo convencer a grupos radicales de no segur atacando a policías con cocteles Molotov, pero no impedir la ocupación de otros edificios más, entre ellos el Ministerio de Justicia.

Klitschko en el Parlamento.
Klitschko en el Parlamento.Imagen: Reuters

Los manifestantes que están en las barricadas del barrio gubernamental quieren quedarse hasta que Yanukovich renuncie. “No nos iremos de aquí aunque Klitschko nos lo pida”, dijo un joven manifestante a DW. Muchos temen que si abandonan ahora las calles, se los lleve posteriormente a juicio. “¡Ahora o nunca! ¡Debemos quedarnos hasta que Yanukovich se vaya”, señaló el joven.