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Ucrania: las barreras antes de las elecciones

Stephanie Höppner / jov19 de mayo de 2014

Este 25 de mayo unos 36 millones de ucranianos están convocados a elecciones presidenciales, pero críticos temen que en algunas regiones del Este del país se impedirán los comicios libres.

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Mesa redonda sobre el futuro de Ucrania
Mesa redonda sobre el futuro de Ucrania.Imagen: Reuters

Barbara Weiler, socialdemocráta alemana y observadora de las elecciones en Ucrania, estará muy cerca de la elección de un nuevo presidente: “Nosotros velamos por el buen manejo de las urnas, que no se haga campaña ilícita o que tengan lugar disputas”. Weiler y otros seis diputados, vigilarán por encargo del Parlamento Europeo los comicios ucranianos - si es que tienen lugar.

A pesar de que faltan pocos días para la jornada sigue siendo inseguro si se llevarán a cabo o no. La Comisión Electoral de Kiev reporta graves problemas de seguridad en las regiones en conflicto en el Este del país. Los combates entre las tropas del Gobierno y grupos de separatistas prorrusos han impedido la preparación de las elecciones, como en Donezk y Luganski. Unos dos millones de personas no podrían votar allí, es la advertencia de Kiev.

Los límites de los observadores

Campaña electoral contra la escisión

Según Barbara Weiler, "aún no se puede garantizar que en el Este del país las elecciones se desarrollen democráticamente". Los problemas limitan también el trabajo de los observadores: por orden del mismo servicio diplomático de la UE, los europarlamentarios no podrán viajar a las regiones en conflicto.

Como tampoco podrán visitar a la sureña ciudad de Odesa, en donde ha habido encuentros violentos que han dejado 48 muertos. "Si la OCDE no logra estar presente en el Este el panorama será desolador", agrega Weiler.

Sin la observación de la OCDE no hay garantía de una fiscalización neutral de las elecciones. Aparte de dicho organismo, también hay allí observadores del Parlamento y el Consejo Europeos y de varios Parlamentos nacionales.

Conversaciones son un “buen comienzo”

En lo que concierne a la pacificación del país no se ha podido avanzar mucho: la segunda ronda de conversaciones terminó sin grandes progresos. Este fin de semana pasado se reunieron en Charkov el jefe de Estado, Arseni Jazenjuk, el diplomático alemán Wolfgang Ischinger, dos antiguos presidentes de Ucrania y representantes del Este. Los separatistas no estaban invitados. Una ronda que, a pesar de todo, tuvo lugar en un ambiente más franco, porque también se contó con la presencia de representantes de la oposición y de las regiones con población rusoparlante. En dicho evento, Jazenjuk aprovechó para abogar por la protección especial del idioma ruso y la “descentralización del poder”.

Para Gabriele Baumann, de la fundación política alemana Konrad-Adenauer (KAS), las dos rondas de conversaciones “son un buen principio del diálogo entre las diversas fuerzas políticas de Ucrania”. Aún así, si las elecciones son impedidas por interferencia de Moscú, el vicecanciller y ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, aboga por aplicar duras sanciones contra Rusia.

Pero en Kiev reina optimismo. Según últimas encuestas, el 80% de los ucranianos quieren participar en la contienda electoral.