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Papa: condena la yihad

PK/Agencias13 de septiembre de 2006

La condena de la yihad, la "guerra santa" del islam, por parte de Benedicto XVI dio una espectacular proyección internacional a la visita del Papa a Alemania.

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Benedicto XVI en Ratisbona: Dios y la razón.Imagen: AP

El papa Benedicto XVI aprovechó hoy (13.09.) en Ratisbona la jornada previa a su regreso a Roma para pasar tiempo con su hermano mayor y dedicar la fase final de su visita a un programa más privado. Pero el eco de sus palabras del martes resonó hoy en toda Europa.

En la conferencia que pronunció ayer en la universidad de Ratisbona, donde fue catedrático de Teología Dogmática entre 1969 y 1977, el Papa citó frases de un diálogo histórico del emperador bizantino Manuel II Paleólogo con un estudioso persa en el invierno (boreal) de 1391 en Ankara. El diálogo fue escrito posiblemente por el mismo emperador dos años después durante la ocupación de Constantinopla (1394-1402).

El texto trata sobre la cuestión central sobre la relación entre religión y violencia y Benedicto XVI cita, para los musulmanes de hoy tal vez de forma algo provocadora: “Muéstrame lo nuevo que ha traído Mahoma y ahí sólo encontrarás cosas malas e inhumanas como que ha ordenado difundir con la espada la fe que predica (...). A Dios no le gusta la sangre”.

Voluntad no unida a la razón

El Papa lo resume con sus propias palabras: “No actuar racionalmente se opone a la esencia de Dios. Para la doctrina musulmana, por el contrario, Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está unida a ninguna de nuestras categorías, ni siquiera a la razón”.

El Papa contempla como un gran peligro la diferencia en la imagen de Dios entre el cristianismo y el islam: “Aquí hay una bifurcación en el entendimiento de Dios y, así, en la realización concreta de la religión, que para nosotros constituye hoy un desafío inmediato”.

Benedicto XVI no mencionó con una sola palabra los actuales conflictos mundiales, como el del Cercano Oriente o el terrorismo internacional. Observadores en Roma aprecian no obstante un nuevo tono en el trato del jefe de la Iglesia católica con el islam.

Con su cita, el Papa podría generar agitación pocos meses antes de su visita a Turquía. Y el que el Papa hiciera referencia a un sura del Corán en base a la cual no se puede realizar “ninguna imposición en cuestiones de fe”, no hace la cosa menos explosiva.

La forma pacifista de lectura en pro de los llamados musulmanes moderados desatará la indignación de las alas radicales, dice el diario italiano “Corriera della Sera”.

¿Avances en el ecumenismo?

Jahresrückblick September 2006 Deutschland Papst Benedikt in Deutschland Pentling am Grab seiner Eltern
El Papa se arrodilla, junto con su hermano, ante la tumba de sus padres y su hermana.Imagen: AP

Decepcionados han quedado quienes esperaban avances en el ecumenismo o un refuerzo en el papel de los laicos en la Iglesia. Aquí, el Papa renunció a iniciativas concretas. Sobre la intercomunión o el celibato no hubo declaraciones.

Sin embargo, el obispo luterano de Baviera, Johannes Friedrich, se mostró “no decepcionado, sino muy contento” por el servicio ecuménico celebrado con el Papa en la tarde del martes. Según dijo, la disposición del Papa de celebrar un encuentro así ya es signo suficiente de voluntad ecuménica.

El teólogo católico Hans Kueng, por el contrario, hizo un balance crítico de la visita del Papa, en el que lamentó que Ratzinger no haya dado ninguna señal acerca de posibles reformas en la Iglesia ni tampoco sobre avances en el ecumenismo que permitan la celebración conjunta de la Cena del Señor entre católicos y protestantes.

Mañana jueves (14.09.), antes de tomar el vuelo de regreso a Roma desde Múnich después de seis días de gira por su patria, el Papa visitará la ciudad de Frisinga, donde recibió en 1951 junto con su hermano la ordenación sacerdotal.

Al comienzo del día de hoy, el Papa bendijo el nuevo órgano de la Vieja Capilla de Ratisbona, que llevará el nombre de “Organo del Papa Benedicto”. En su intervención durante el acto, Ratzinger consideró que la música solemne con coro, órgano, orquesta y canto no es un ingrediente que embellezca la liturgia, “sino una manera importante de participar activamente en la misa”.