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Obstinada contemporaneidad

19 de septiembre de 2012

¿Ruidos incompresibles y sonidos incoherentes? Muchos creen que la música contemporánea consiste precisamente en eso. Violinistas como Patricia Kopatchinskaja contradicen esta creencia.

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Geigerin Patricia Kopatchinskaja m Konzert am Montag 17.9 im Beethovenhalle, Bonn. Copyright: Beethovenfest Bonn via Maria Santacecilia, DW
Alexander Liebreich Münchener KammerorchesterImagen: Beethovenfest Bonn

No hay nada como verla sobre el escenario. Kopatchinskaja cuenta con personalidad y una potente presencia escénica. La violinista moldava actuó en el marco del Festival Beethoven de Bonn, en un concierto de sugerente título: “A la búsqueda de un sonido sucio”, con obras de Beethoven, Sciarrino y Ligeti.

Alexander Liebreich es ek director de la Orquesta de Cámara de Múnich
El Concierto para violín de Ligeti es una obra maestra de la literatura para este instrumentoImagen: AP

Fue precisamente el compositor de origen húngaro György Ligeti quien habló de ese “sonido sucio” como objetivo a la hora de escribir su Concierto para violín. La obra explora nuevas posibilidades incorporando instrumentos como ocarinas y flautas de loto a la orquesta tradicional europea. El interés de Ligeti por la música africana y del sudeste asiático queda también reflejado en la riqueza rítmica y melódica de la pieza.

Kopatchinskaja, violinista todoterreno

Se trata de una obra maestra de la literatura violinística. Si a todo ello se suma la presencia de una violinista extraordinaria, como Kopatchinskaja, y una formación sólida, como la Orquesta de Cámara de Múnich, estaremos ante un concierto de los que merece la pena recordar. 

El Concierto para violín de Ligeti es una obra maestra de la literatura para este instrumento
Alexander Liebreich es el director de la Orquesta de Cámara de MúnichImagen: Beethovenfest Bonn

La violinista moldava es una todoterreno de su instrumento. No solo actúa como solista junto a grandes orquestas, sino que también participa en pequeños conjuntos de cámara. Su repertorio no se ciñe a una sola época o estilo. Kopatchinskaja es capaz de abordar desde el Barroco hasta las composiciones de nuestro tiempo. Incluso es capaz de cantar por exigencias de la partitura. Aparte de una técnica prodigiosa, la moldava es un dechado de expresividad corporal, que le ayuda a tener un sonido tan intenso como personal.  Es, en resumen, una joven violinista a tener muy en cuenta y todo un acierto del Festival Beethoven haberla invitado. La música actual necesita solistas de su personalidad y valía, no artistas en serie. 

Beethoven, Ligeti y Sciarrino

Beethoven, al igual que Ligeti a finales del siglo XX y Sciarrino en nuestros días, buscaba obstinadamente explorar las posibilidades sonoras de los recursos disponibles. En su Séptima Sinfonía, calificada mordazmente por el director británico como “una manada de yaks saltando”, el compositor de Bonn explora el ritmo hasta el extremo posible en su época. Tuvo la valentía de llevar a cabo aquello en lo que creía, a pesar de los obstáculos que encontró en su camino.

Tanto él como Ligeti y Sciarrino son ejemplos de obstinación en el arte, el lema que preside el Festival Beethoven 2012. Y músicos como la Orquesta de Cámara de Múnich y la violinista Patricia Kopatchinskaya, comprometidos con su arte, trabajan para hacernos llegar sus obras en las mejores condiciones, para convertir la partitura en una experiencia rica y viva, no en un acto social rutinario.

Autora: María Santacecilia
Editora: Emilia Rojas