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Medios: agencias espiaron a Almunia, Olmert y la ONU

20 de diciembre de 2013

Las listas filtradas por Edward Snowden siguen causando impacto. Altos funcionarios europeos e israelíes habrían sido objetivos de espionaje, y no solo a cargo de la NSA.

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Imagen: Reuters

El escándalo de espionaje sigue creciendo: los servicios secretos de Reino Unido (GCHQ) espiaron al español Joaquín Almunia, comisario europeo de Competencia, así como a agencias de la ONU y al exprimer ministro israelí Ehud Olmert, aseguran hoy "The Guardian", "The New York Times" y "Der Spiegel".

Los tres medios basaron sus informes en el examen de listas entregadas por Edward Snowden, exinformante de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) que destapó el escándalo.

Las listas incluyen también al exministro de Defensa israelí Ehud Barak. Una dirección de mail registrada en ellas lleva el nombre de "primer ministro israelí", lo que indica que muy probablemente también Olmert fue objeto de espionaje.

¿Espionaje económico?

En todos estos casos, la vigilancia fue sobre todo obra del británico GCHQ, aseguran los informes.

No obstante, el diario español "El País" aseguró en su edición digital que Almunia fue también espiado por la NSA, citando para ello "fuentes comunitarias". El socialista es el primer alto cargo de Bruselas del que se conoce que fue espiado.

"La vigilancia se produjo a través de su teléfono móvil en un momento en que Almunia ocupaba la cartera de Economía y Asuntos Monetarios en el Ejecutivo de la UE", señaló el rotativo.

Además de personas, los documentos de Snowden incluyen como objetivos de espionaje instituciones como el grupo de armamento francés Thales, el gigante petrolero Total y representantes de organizaciones internacionales como la ONU, su agencia para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef). También miembros de ONG como Médicos del Mundo.

Preguntas abiertas

Los documentos datan en su mayoría de los años 2008 y 2009. Los listados no aclaran hasta qué punto ni en qué periodo se espió a las personas e instituciones mencionadas.

El servicio de inteligencia GCHQ evitó responder en detalle sobre sus actividades y se limitó a decir que se enmarcan estrictamente "en el marco legal y político establecido". El GCHQ aseguró que tiene autorización para vigilar empresas si su actividad afecta la seguridad o el bienestar de Reino Unido, pero escuchas con ese objetivo "no constituyen de ningún modo espionaje económico", añadió.

EL(dpa, The Guardian)