Las protestas ambientales más espectaculares

Greenpeace es conocido por sus protestas arriesgadas contra la caza de ballenas. Los activistas intentan constantemente impedir que los barcos balleneros maten a estos mamíferos marinos en peligro de extinción. Uno de los mayores éxitos es la moratoria ballenera de 1986 que puso fin de facto a la la caza comercial de ballenas.

Desde la Puerta de Brandemburgo, pasando por la Torre Eiffel y llegando la Ópera de Sídney, en 2013 y por séptima vez en todo el mundo más de 7.000 ciudades en más de 150 países se apagaron las luces al mismo tiempo durante una hora. La "Hora del Planeta" es organizada por WWF. El objetivo es promover una mayor conciencia ambiental y sobre el clima.

“Brent Spar" es el prototipo de una exitosa protesta por parte de Greenpeace. En 1995, Shell quería hundir una plataforma de petróleo en el mar. Por iniciativa de Greenpeace, muchas personas en toda Alemania boicotearon las estaciones de servicio Shell. Finalmente, la petrolera decidió no proceder con el hundimiento.

"F *** por la Selva" o simplemente "FFF" es el nombre de una organización ecologista escandinava. El nombre lo dice todo: con las apariciones eróticas, los activistas ganan dinero que luego donan a proyectos ambientales. A menos ese era el plan. Sin embargo, en realidad, muchas organizaciones no están abiertas a aceptar el dinero de la organización.

Muchos medios describieron a esta manifestación por el clima como la mayor de su género en los EE.UU. En febrero de 2012, decenas de miles de personas se dirigieron en manifestaciones a las calles de Washington y a la Casa Blanca. El motivo: El controversial oleoducto Keystone XL desde Canadá hasta Texas que deberá transportar petróleo extraído de las arenas bituminosas hasta las refinerías.

Medía 17 pies de largo y pesaba alrededor de 20 toneladas. En 2006, Greenpeace dejó ante las puertas de la embajada japonesa un regalo inesperado: una ballena muerta. Era una protesta contra la caza de ballenas que Japón justifica como actividad científica. El gigantesco animal marino había sido encontrado muerto en el Mar Báltico y Greenpeace lo transportó hasta Berlín.

En 1981, Greenpeace ocupó una chimenea en la planta del fabricante de productos químicos, Boehringer durante 26 horas. La fábrica produce herbicidas e insecticidas. En el proceso se producían residuos de dioxinas cancerígenas. Después de la acción, se decidieron implementar regulaciones más estrictas en Alemania y la fábrica tuvo que cerrar. A nivel mundial, fue la primera ocupación de este tipo.

Por segunda vez, los escaladores de Greenpeace colgaron en el 2006 un enorme cartel en la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro. A unos 700 metros de altura se leían las líneas: "El futuro del planeta está en tus manos". El mensaje estaba dirigido a los participantes de la XIV Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica que se llevó a cabo en Brasil.

En plena noche de verano de 2009, aproximadamente 50 activistas de Greenpeace en las instalaciones de las centrales nucleares alemanas Unterweser subieron al reactor nuclear y se quedaron allí durante 14 horas para pintar una calavera gigante en la planta. Con esta acción, los activistas querían llamar la atención sobre los riesgos de la energía nuclear. Y exigieron además el cierre de la planta.