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Depresión: enfermedad nacional

12 de agosto de 2010

La Agencia Federal de Estadísticas anunció que el costo anual de los tratamientos de las enfermedades psíquicas ascendió en un 22 por ciento entre 2002 y 2008 hasta alcanzar los 28.700 millones de euros.

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Las enfermedades psíquicas han aumentado en un 80 por ciento desde 1995 en Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa
A más tardar a finales de 2009, cuando se dieron a conocer las circunstancias que propiciaron el suicidio del futbolista alemán Robert Enke, ese trastorno del estado de ánimo conocido como depresión entró definitivamente en el imaginario colectivo de la población germana, ya no como un rasgo de pusilanimidad o una afección exclusiva de aquellos con un temperamento melancólico, que se disipa al ser ignorada, sino como una enfermedad que puede afligir a cualquier persona y debe ser atendida por especialistas.

¿Ojos que no ven, corazón que no siente? Ojalá así fuera en este caso. Pero el hecho de haberle dado la espalda durante lustros no evitó que la depresión se convirtiera en una onerosa carga para el sistema sanitario alemán. Este miércoles (11.8.2010), la Agencia Federal de Estadísticas publicó cifras según las cuales el costo anual de los tratamientos de las enfermedades psíquicas ascendió en un 22 por ciento entre 2002 y 2008 hasta alcanzar los 28.700 millones de euros. Sólo la atención de las dolencias cardíacas y circulatorias, y la de las relacionadas con el sistema digestivo demandan mayores recursos.

Nadie es inmune

La muerte de Enke también dejó en evidencia que la depresión no afecta solamente a la población que vive en situación de pobreza, carece de formación académica o de posibilidades para insertarse de manera regular en el sistema laboral o productivo; si alguien parecía tenerlo todo en la vida –fama, salud, dinero y amor–, ese era Enke. Este jueves (12.8.2010), la revista alemana Stern trató el tema de la depresión infantil en un artículo titulado El rendimiento bajo presión enferma a los más pequeños, subrayando que uno de cada cuatro niños en Alemania sufre de depresiones, miedos exacerbados o hiperactividad.

Robert Enke Flash-Galerie
Si alguien parecía tenerlo todo en la vida, ese era Robert Enke. Su muerte dejó en evidencia que la depresión puede afligir a cualquier persona.Imagen: AP

En el texto de Stern se cita un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud y del Instituto Robert Koch de Berlín, que apunta a un aumento considerable en el número de psicopatologías registradas en niños y jóvenes. Los expertos enfatizan que, aunque las causas de estas afecciones son muy diversas, el estrés al que se ven sometidos constituye un factor importante: a la presión impuesta por sus padres para que saquen provecho a su educación, se suma la ejercida por la escuela –ahora la educación secundaria sólo dura ocho años, pero los estudiantes deben aprender la misma cantidad de contenidos que antes– y por el sistema educativo de los Estados federados, ávidos de mejorar la mediocre imagen que Alemania ha dejado en mediciones de rendimiento comparado como las del célebre estudio internacional PISA.

Números, números, números…

El de la depresión es un tema abordado de manera recurrente por los medios germanos. Y es que, por un lado, todavía son muchos los tabúes y prejuicios que rodean a esta enfermedad, y numerosas las personas que desconocen la manera de reconocer sus síntomas o ponerle un alto a sus embates; por otro, quienes padecen depresiones y quieren mantenerse informados sobre la materia constituyen una audiencia nada despreciable: se estima que el 5 por ciento de la población alemana sufre de depresiones y, a principios de 2010, una de las aseguradoras de salud más importantes de Alemania, la Allgemeine Ortskrankenkasse (AOK), anunció en su informe anual que las enfermedades psíquicas habían aumentado en un 80 por ciento desde 1995. La depresión se ha consolidado entre los alemanes como una de las afecciones más generalizadas.

Autor: Evan Romero-Castillo

Editora: Emilia Rojas Sasse