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La Ciber-Religión y sus peligros

Cristina Vélez Vieira 27 de junio de 2012

En abril de este año, el póster de un israelí con el lema “Iraníes: los amamos y jamás los bombardearemos” generó una ola de mensajes de reconciliación. Pero así como la paz, el extremismo religioso es viral en Internet.

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La profesora en cultura islámica de la Universidad de Bonn, Christine Schirrmacher, quien inauguró el panel “La expansión del extremismo y la paz religiosa a través de Internet y las redes sociales” en el Global Media Forum, mencionó que el ciberespacio se ha convertido en el “supermercado de las perspectivas religiosas”.

Schirrmacher destacó que en el caso del Islam, debido a que sólo el 60 por ciento de los creyentes dominan el árabe, muchas personas recurren a Internet para obtener interpretaciones del Corán en su idioma. Y mencionó que existen sitios Web donde los musulmanes buscan desde consejería matrimonial, hasta recomendaciones sobre alimentos y preparaciones. Igual que chats temáticos con consejos para convertirse a esta religión o con testimonios de fieles que han decidido distanciarse.

El problema es que, en medio del flujo de información, se han establecido nuevas jerarquías y hay mucha manipulación.

Pakistan Quetta Anti-amerikanische Proteste 2012
Imagen: Reuters

Los nuevos Papas del Internet

Schirrmacher, mencionó el caso de los nuevos "Papas" del Islam: líderes religiosos que tienen la meta de volverse mega-poderosos en la red y así difundir a nivel global su propia interpretación de los textos sagrados.

Citó el caso de Yusuf al-Qaradawi, un teórico del Islam al que calificó como “un extremista vestido con el traje de un moderado”, pues en sus tres páginas web, 120 libros y múltiples publicaciones conciente que las esposas sean golpeadas y acepta los ataques suicidas de Palestinos en Israel.

Aunque el extremismo está presente en varias religiones, para Rainer Rothfuß, profesor de la Universidad de Tubinga y participante del panel, el caso del Islam es especialmente preocupante, debido a la multiplicidad de apartes del Corán que incitan directamente a la confrontación. La invitación se hace en 164 versos y ya ha ganado adeptos en el ciberespacio: la Universidad de Viena ha recopilado 6000 videos en Internet que incitan al Jihad, la lucha religiosa musulmana.

Salafisten Islamisten in Deutschland
El internet se convirtió en el “supermercado de las perspectivas religiosas”, afirmó SchirrmacherImagen: picture-alliance/dpa

La raíz del problema

En un mundo globalizado donde, por procesos de migración o modernización, hay grupos que se sienten marginados, existe el potencial de que muchas personas construyan las “comunidades” de las que carecen en la realidad en el ciberespacio, argumentó Rothfuß.

Fuera de eso, el choque entre culturas es más probable en un escenario como el Internet, donde el espacio es una ilusión. Y en el caso de los jóvenes, su deseo de volverse “héroes del mundo virtual” aumenta las probabilidades de que caigan en el terreno del odio religioso. Estas fueron otras de las causas mencionadas por los panelistas como detonantes del ciber-extremismo.

Ante este panorama, Rothfuß mencionó la urgencia de reformar la legislación, para evitar la propagación de películas, títulos musicales y todo tipo de contenido que promueva el odio. Habló de la necesidad de diseñar formas de monitoreo de la web que permitan identificar cuando la radicalización de los comentarios llega a una “masa critica”. Esto serviría como un sistema de alertas tempranas para prevenir más ataques de radicalismo religioso.

Pero, para Rothfuß lo más importante es que la Unión Europea y otras naciones inviertan cada vez más en programas de intercambio intercultural. Con lo cual coincidió Joseph Yakubu, Coordinador de Investigación del Instituto para la Libertad religiosa de Jos, Nigueria, un país que vive en medio del enfrentamiento entre católicos y musulmanes.

“Los movimientos fundamentalistas no afectan una religión en específico y la clave para combatirlos es promover la diversidad”, señaló.

Autor: Cristina Vélez Vieira

Editor: Enrique López Magallón