CPI podría investigar la guerra antidrogas de Duterte
8 de febrero de 2018
"Según informaron a nuestra misión en La Haya, la Oficina del Fiscal de la CPI ha iniciado un análisis preliminar sobre las presuntas acciones vinculadas a la campaña contra las drogas ilegales durante el período de julio de 2016", informó este jueves (08.02.2018) el portavoz de la presidencia filipina, Harry Roque, en rueda de prensa.
Se trata, según explicó, de un proceso inicial de "recopilación y verificación de información" que permitirá al tribunal determinar si existe o no base suficiente para investigar la campaña del presidente filipino, Rodrigo Duterte, a la que en total se atribuyen más de 7.000 muertos en un año y siete meses.
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Filipinas anunció que comunicará a La Haya que "la guerra contra las drogas es un acto soberano" y que los tribunales locales "son más que capaces", dijo Roque, que recordó que ya existe un proceso abierto en la Justicia filipina.
Según el portavoz, la campaña antidroga de Duterte es "una operación policial legal y legítima" y "no puede considerarse un ataque contra la población civil".
En enero, Filipinas amenazó con retirarse de la CPI si ésta investiga la campaña. A juicio de Gobierno en Manila, esto violaría el principio de complementariedad, según el cual La Haya solo puede juzgar un delito en caso de que no puedan hacerlo los tribunales del país en cuestión.
Particular demandó a Duterte por "asesinatos en masa"
La CPI abordó el tema después de que el pasado abril un particular demandara al presidente filipino por haber cometido "asesinatos en masa" en la campaña antidroga, que comenzó en todo el país tras su investidura el 30 de junio de 2016. En su calidad como alcalde de Davao, Duterte ya había aplicado esta campaña en la sureña isla de Mindanao durante 22 años.
El demandante pide a la CPI que condene a penas de prisión o cadena perpetua al presidente y a once presuntos cómplices, entre ellos el secretario de Justicia, Vitaliano Aguirre, y el jefe de la Policía, Ronald dela Rosa.
La "guerra contra las drogas" de Duterte, que goza de un apoyo popular cercano al 90 por ciento entre los filipinos, ha causado unas 4.000 muertes de sospechosos en redadas policiales, aunque se estima que el número total de víctimas supera las 7.000 al contar los homicidios perpetrados por civiles.
VT (efe, dpa)
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