Digno de Baco
2 de marzo de 2004
La cosecha 2003 promete depararnos el vino alemán "del siglo". Los vinicultores alemanes están convencidos de que la calidad de estos vinos sólo será comparable a la del año 1540. De esos mostos se conservan aún sólo 4 botellas. Uno podría dudar, en base al sentido común, que todavía puedan ofrecer placer a las papilas gustativas. Pero, lo que sí es seguro, es que el fruto de la vendimia del año pasado genera las mejores expectativas. La causa es simple: con 121 horas de sol, el 2003 batió la marca del año más soleado desde 1921.
Razones para brindar
El entusiasmo reinó pues en la feria ProWein (ProVino), celebrada en Düsseldorf. Allí se dieron cita 2700 expositores, de 38 países, entre ellos los ya clásicos productores: Francia, Italia y España, Chile, Argentina, Sudáfrica y Australia. También hubo algunos más novatos en los encuentros de este tipo, como Brasil, Uruguay, China y Georgia. Todos ellos ponen su mirada en el mercado de Alemania, donde se importa más de la mitad del vino que se consume. Y se consume más de lo que podría pensarse: 23,5 litros anuales per capita.
Desde el 2001, los alemanes gastan más en vino que en cerveza. Y ese no es el único motivo de alegría para quienes trabajan en este rubro, uno de los pocos que por lo visto se libra del decaimiento económico general. También las cifras de las exportaciones son promisorias, después de que el año pasado se batiera un récord. El valor de las ventas al extranjero aumentó en un 16,8% con respecto al año precedente y se cifró en 420 millones de euros. El mayor éxito lo depararon las exportaciones a Estados Unidos, que crecieron incluso en un 36,5%.
¿Vinos online?
Lo único que, por el momento, decepciona un tanto a los vinicultores son las ventas a través de la red. Según Armin Göring, gerente del Instituto Alemán del Vino, "internet dista de cubrir siquiera el 5% del negocio". No obstante, las autopistas de la información se utilizan cada vez más para recabar datos sobre determinados vinos, sus productores y los métodos que emplean.
Cabe suponer que ello contribuye también al negocio, sobre todo a escala internacional. Sin embargo, a la hora de comprar, los consumidores prefieren atenerse a sus proveedores de siempre. Quizá sea porque el vino tiene mucho de tradición y esa es una de las cosas que también aprecian sus amantes. Pero, cualquiera sea la forma de adquisición, desde ya los entendidos recomiendan reservar al menos un par de botellas de la extraordinaria cosecha alemana del 2003.