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Del Estado nacional a la UE

21 de marzo de 2007

En la Unión Europea, los Estados nacionales han dejado en manos de Bruselas áreas políticas esenciales. No obstante, la UE no es un Estado Federal, como por ejemplo los EE. UU. ¿Lo será algún día?

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Monedas y sello de correo de Alemania en recuerdo de la firma de los Tratados de Roma.Imagen: AP

Los Estados nacionales europeos continúan siendo autónomos en muchas áreas. En cuestiones de política exterior o de seguridad interna sólo coordinan sus políticas entre sí. En los temas impositivos y de seguridad social operan en forma prácticamente independiente. No así en cuestiones económicas: más del 80 % de la legislación económica viene directamente de Bruselas.

La Directiva de Servicios, la Directiva de Productos Químicos y la Directiva de Igualdad entre Mujeres y Hombres: sólo tres de más de 10.000 reglamentos comunitarios que han pasado a la respectiva legislación nacional de cada uno de los Estados miembros de la UE.

Eurpäisches Parlament in Brüssel
Parlamento Europeo: la mitad de las leyes viene de BruselasImagen: Photo European Parliament/Architects : Architecture Studio

Casi la mitad de las leyes en cada uno de los países europeos viene en el ínterin “de Bruselas”. Pero Bruselas no es un monstruo burocrático, dice el politólogo alemán Franz Decker, que compara Bruselas con la ciudad de Colonia, en Alemania, de un millón de habitantes:

“Cuantitativamente, en Bruselas hay menos funcionarios que en Colonia. Es decir que la puesta en práctica de las disposiciones de Bruselas es realizada por las estructuras burocráticas de cada uno de los Estados nacionales, lo que naturalmente genera espacios de maniobra. Ello es en principio lo que se puede denominar el federalismo europeo.”

Impulsos legislativos

Los Estados miembros no sólo asumen el derecho europeo, sino que también dan impulsos legislativos. Varias veces al año envían a sus ministros a Bruselas a los Consejo de Ministros, que sesionan por cartera. Los resultados de las conferencias son presentados luego por los ministros como logros o fracasas de sus respectivos Estados nacionales.

En realidad, más necesario sería un mayor “pensamiento europeo” en numerosas cuestiones, dice Ludger Kühnhardt, directos del Centro para Estudios sobre la Integración Europea, con sede en Bonn.

"No temo a que tengamos demasiadas soluciones europeas, sino que temo que seamos demasiado lentos en la creación de consenso en temas que son realmente importante para todos, por ejemplo la cuestión de la energía.”

¿Soluciones europeas o soluciones nacionales?

¿Soluciones europeas o soluciones nacionales? Esa pregunta se como un hilo conductor a través de la historia de la integración europea. Desde el Acuerdo de Maastricht, de 1992, el derecho europeo dice: la Comunidad Europea puede regular sólo aquello que los Estados miembros no puedan hacer en forma satisfactoria. A ello se le llama “subsidiariedad”. Ludger Kühnhardt dice al respecto:

#b#"La protección del clima no es pensable como cuestión de sólo un país. Para que tenga éxito debe ser conjunta. ¿Para qué necesitamos entonces 27 fuerzas armadas, si bastaría con una bien equipada? ¿Por qué tiene que haber 27 ministerios europeos de cooperación para el desarrollo y no una Agencia Europea de Cooperación?”

La Comunidad Europea tiene unívocamente competencias en cuestiones económicas. Ya los Tratados de Roma, del 25 de marzo de 1975, tuvieron como objetivo crear una Comunidad Económica Europea, que se transformó en 1992 en el mercado interno europeo. Para que éste funcionara fueron necesarias más regulaciones: por ejemplo el reconocimiento mutuo de diplomas universitarios, la fijación de estándares de productos y la prohibición de la discriminación.

¿Cuál es el futuro político de la Unión Europea? Para Frank Decker sólo hay una perspectiva: “Europa será en el futuro una estructura intermedia entre una cooperación más o menos estrecha y un Estado federal integrado. Cómo se verá realmente no se sabe hoy exactamente. Se trata de un proceso en desarrollo. Ni siquiera sabemos qué países, qué regiones pertenecerán en un futuro también a Europa.”