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Las luchas internas del Bayern

Daniel Martínez4 de octubre de 2013

Matthias Sammer, director deportivo del Bayern, criticó en público la actitud del equipo bajo las órdenes de Pep Guardiola y desencadenando una intensa lucha de poder interna.

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Matthias Sammer, director deportivo del Bayern, ha criticado al equipo en contravía de la opinión popular.
Matthias Sammer, director deportivo del Bayern, ha criticado al equipo en contravía de la opinión popular.Imagen: picture-alliance/dpa

“Nuestro juego es letárgico, sin emociones, solo por cumplir. Tenemos que abandonar esa comodidad si deseamos lograr algo este año. No quiero más discusiones sobre el sistema, nos estamos escondiendo detrás del entrenador”. Así expresó hace dos semanas Matthias Sammer su molestia con el rendimiento del Bayern en la nueva temporada. Desde entonces la intranquilidad se hospeda en Múnich.

La crítica, que pretendía ser constructiva e iba dirigida en especial a los jugadores a los que deseaba despertar, no le gustó a nadie en el club. La directiva, el cuerpo técnico, y los futbolistas se han distanciado del director deportivo y lo han arrinconado al papel de “cascarrabias”, develando de paso un intenso conflicto interno en el que los diferentes actores del Bayern buscan marcar la frontera de su jurisdicción.

Todos contra Sammer

El presidente del Bayern, Uli Hoeness, fue el primero en reaccionar a lo dicho por su director deportivo. Para gran sorpresa de los observadores en vez del esperado respaldo al funcionario lo que se escuchó fue una desautorización: “deja una impresión que no es buena para el Bayern, parece que el equipo tiene que disculparse por ganar. Tendremos que hablar del asunto”, dijo.

Hoeness, que en su época de director deportivo del Bayern, actuaba de la misma forma y elevaba su voz para sacudir al equipo, eligió la confrontación con Sammer a quien él mismo llevó al Bayern precisamente por su reputación de hombre férreo y directo que no tiene problemas para poner el dedo en la llaga.

Cuando la leyenda alemana Franz Beckenbauer, presidente emérito del club bávaro, intercedió diciendo que Sammer está allí “para decir las cosas que los demás callan”, todos esperaron que el directivo Karl-Heinz Rummenigge oficiara como mediador entre Sammer y Hoeness tendiendo un puente hacia la unidad.

Pero Rummenigge prefirió agrandar la brecha. En vez de apagar el fuego, avivó la llama de la polémica. “Sus críticas generan una discusión fantasma y son buenas para la prensa pero no ayudan al equipo”, reclamó ante las cámaras de la televisión alemana dejando en claro que los jefes del Bayern ya no están en el mismo bote que Sammer.

Aislado y sin amigos

Retirar abiertamente el apoyo al director deportivo y poner en entredicho su autoridad para criticar el desarrollo del equipo, dejó al descubierto las fisuras jurisdiccionales del club sobre quién puede decir qué, cuándo y cómo.

Incluso el propio entrenador Pep Guardiola guardó distancia frente a Sammer pese a que este último lo protegió en su crítica excusándolo de cualquier responsabilidad de lo que calificó de “desempeño sin alma” del equipo. Mientras el director deportivo explícitamente abrigó a Guardiola elogiando la emotividad que le imprime a las charlas en las pausas de los partidos para corregir el rumbo de los mismos, el entrenador se abstuvo de tomar bando.

Matthias Sammer protege a Pep Guardiola pero el entrenador del Bayern no le paga con la misma moneda.
Matthias Sammer protege a Pep Guardiola pero el entrenador del Bayern no le paga con la misma moneda.Imagen: Alexander Hassenstein/Bongarts/Getty Images

“Esas cosas no pasan en España”, comentó Guardiola, y añadió “en el Bayern es normal, tengo que acostumbrarme”. Sin el entrenador como último refugio, Sammer queda aislado en el Bayern, vulnerable ante quienes no comparten la franqueza de su incomoda evaluación.

El más reciente golpe se lo asestó, en nombre del equipo, el capitán Philipp Lahm. “Si el jefe es demasiado emocional, pierde en algún momento la credibilidad” dijo al diario Die Zeit refiriéndose a Sammer. Luego, en declaraciones a la prensa, complementó: “no es nada contra el director deportivo, solo la aclaración de que los jugadores reaccionan mejor a las críticas si estas se formulan internamente, y no en público”.

En “fuera de lugar”

Con declaraciones parecidas Lahm participó en su momento en el que sería el fin de la era de los entrenadores Jürgen Klinsmann y Louis van Gaal, algo que a Matthias Sammer no se le escapa. El director deportivo del Bayern se sabe transitoriamente solo y sin amigos en el club cuyos directivos y cuerpo técnico guardaron silencio ante la arremetida en su contra por parte del capitán.

Además, a Matthias Sammer lo han puesto en “fuera de lugar” los resultados que ha obtenido el equipo, que aún no se sacia de ganar todos los partidos que juega, y que incluso en un par de ellos, como contra el Schalke en la Bundesliga o el Manchester City en la Champions League, ha exhibido un fútbol cercano a la excelencia. La crítica del director deportivo del Bayern pierde vigencia, y su autoridad peso.

Philipp Lahm, capitán del Bayern Múnich, también alzó la voz para expresar su opinión respecto a Sammer.
Philipp Lahm, capitán del Bayern Múnich, también alzó la voz para expresar su opinión respecto a Sammer.Imagen: Getty Images